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La oración es parte de la vida

Del número de noviembre de 2000 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana



Religión: Islam

Lo más importante que tengo en la vida es mi familia. La familia está primero. La honestidad y el honor también son muy importantes. La oración es parte de la vida, no es algo separado. Si eres honesto y deseas mantener tu honor, tienes que orar. Nada puedes hacer sin la ayuda de Dios. Uno debe ser honesto con Dios con uno mismo, y con los demás. A mí me suena extraño cuando oigo que la gente sólo ora cuando está enferma, y se olvida cuando está bien de salud. La oración me hace sentir humilde y me hace pensar más en lo que tengo. Tienes que dar gracias a Dios por lo que tienes, no importa lo que sea o cuánto sea.

Para mí la espiritualidad es lo que guía tu vida. La espiritualidad es tu creencia en Dios, y tu relación con Él. Si no tienes eso, la vida no tiene mucho significado. Tengo muchas maneras de poner en práctica mi amor a Dios. Para los musulmanes lo más importante es creer. Tienes que creer que Dios no puede ser limitado por nada; creer en el más allá, en los ángeles, en el Espíritu Santo, en todos los profetas. Para nosotros los profetas son Moisés, Mahoma, Isaac, Jesucristo, José, y los demás profetas que vinieron después de Mahoma.

Oramos cinco veces al día, y también hacemos otras oraciones para dar gracias a Dios. No es cuestión de hablar simplemente. Es actuar y estar más cerca de Dios. Hacemos ayuno, lo que nos hace sentir humildad y apreciar la comida que comemos normalmente, y que durante el ayuno no tenemos.

Hay ciertas cosas que no deben hacerse. No debes lastimar a ningún animal, ni a nadie. Según las reglas islámicas, debemos hacer obras de caridad, agradecer a Dios por lo que tenemos, y ayudar a los demás. Debes tratar a los demás como quieres que ellos te traten a ti, y eso incluye honestidad, amor, no hablar a espaldas de nadie, ni comenzar discusiones. Existen valores subyacentes en todo esto: el amor a Dios y el respeto por tu familia tiene prioridad. Y luego viene el siguiente orden: Dios, los Profetas, tu Mamá y tu Papá. Eso es lo que Dios nos ha dado, una especie de jerarquía. Mi Papá y mi Mamá están en una posición alta en esa jerarquía, y ellos dedicaron sus vidas a cuidar de mí. Debo mostrarles respeto y aprecio.

Hace unos años, falleció mi mamá. Tenía cáncer. Ella era joven, y yo era niño. Fue una tragedia tan grande que uno podría haber perdido de vista todos estos valores, y hasta llegar a preguntarse: “¿Por qué hace Dios estas cosas?” Es allí donde tuve realmente que analizar mis pensamientos, y comprender la razón de las cosas, y agradecer a Dios por todo. Agradecerle que ella tuvo la oportunidad de redimirse en esta vida, y hacer las cosas que deseaba. Tienes que aceptar lo que Dios te ha dado. Yo me sentía muy cerca de mi madre, y pienso que si yo no hubiera sido fuerte espiritualmente, las cosas habrían sido bastante más difíciles para mí. Le agradezco a Dios por su guía, y a veces, incluso, por haberme hecho pasar esta experiencia, porque, si bien fue muy dura, hizo de mí una mejor persona. Me volvió más consciente de la gente que me rodea, me hizo apreciar mejor la vida, y salir a ayudar más a la gente. La oración realmente me ayudó a superar esta situación.

Cuando leo el Corán me ayuda a comprender por qué estamos aquí, qué debemos hacer, y qué es lo importante en la vida. Después de la muerte de mi madre, me dediqué más a ayudar a niños, enseñándoles las diferencias que hay entre la gente y cómo apreciar esas diferencias; a comprender las diversas culturas, y los distintos ambientes en que viven. Les digo cómo deben tratar a sus padres, a la gente que no conocen, y a gente de diferente religión, apariencia e imposibilitados físicamente. A ser más tolerantes con todos, y a no prejuzgar a la gente. Siempre hago hincapié en que eviten estereotipar a la gente, porque eso es algo que yo mismo he sufrido.

Participé en un programa del Distrito Escolar de Saint Paul, y la Universidad de Minnesota, en el que visitamos a niños, especialmente en las zonas urbanas. Lo hice con el propósito de ayudarlos a ampliar su comprensión de las cosas. Hablé con los estudiantes sobre lo que la religión en general hace por cada uno, sin mencionar específicamente denominaciones religiosas como el islamismo, cristianismo o judaísmo. La religión es en realidad la creencia en un Espíritu superior, y nos dice “por qué una persona tiene que ser honesta”.: )

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