“Sé que mi misión es para toda la tierra, no solo para mis queridos y devotos seguidores en la Christian Science... Todo mi trabajo, todo mi esfuerzo, todas mi oraciones y lágrimas son para la humanidad, y la diseminación de la paz y el amor entre los hombres” (Mary Baker Eddy, en una entrevista con The New York American, en 1907).
El Lunes 5 de junio del 2000 por la noche, la nueva Biblioteca de Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad hizo una presentación en la Extensión de La Iglesia Madre. Ésta exploró el surgimiento de Mary Baker Eddy, partiendo de su vida privada como una desconocida mujer de Nueva Ingla-terra, a la misma vida pública de escritora, editora y fundadora cuyos logros e ideas han ganado la atención del mundo.
En el programa se hizo uso de material diverso, entrevistas en vivo y audiovisuales, y en el curso de más de dos horas se dieron a conocer a un público numeroso (y a quienes lo veían en vivo por la World Wide Web), una serie sin precedente de cartas y manuscritos inéditos de la Sra. Eddy.
Entre el material había manuscritos originales de ella, datos históricos confirmados y muebles y artefactos de las distintas casas de la Sra. Eddy. La presentación audiovisual inlcuyó dos vídeos sobre su vida y legado, cámaras que proyectaban el material de archivo en dos grandes pantallas del auditorio, y una vistia “virtual” a la nueva Biblioteca mediante dibujos y representaciones arquitectónicas.
Fueron entrevistados tres de los más recientes historiadores de Mary Baker Eddy, Gillial Gill, Richard Nenneman e Yvonne von Fettweis, así como con dos asesores de la Biblioteca, la Prof. Ann Braude de la Facultad de Teología de Harvard, y el Prof. David Hufford de la Facultad de Medicina de la Universidad del Estado de Pennsylvania. También fueron presentados dos de los principales asesores de la Biblioteca: Don Wilson, ex archivista de los Estados Unidos, y el historiador y escritor Allen Weinstein. Y en un escenario con muebles originales de las casas de la Sra. Eddy, el dramaturgo Horton Foote y su hija, la actriz Hallie Foote, leyeron con mucha admiración y respeto algunas cartas de Mary Baker Eddy.
Fue una velada llena de historia y del carácter de la mujer cuya obra de toda su vida, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, será para futuras generaciones lo que la Sra. Eddy fue para su propia generación, maestra, sanadora, amiga y pastora.
A continuación publicamos extractos de ese programa.
: Esta tarde, muchos de ustedes escucharon los antecedentes y decisivas circunstancias, así como la inspiración que hizo que La Junta Directiva de la Christian Science estableciera La Biblioteca de Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad. La Biblioteca será un lugar especial donde niños de escuela, eruditos y gente que busca espiritualidad de todas las denominaciones religiosas y profesiones, podrá encontrar consuelo y esperanza en la vida e ideas de la Sra. Eddy. Su propóstio es evangélico, pero no para atraer gente a la Iglesia de la Sra. Eddy, sino para permitir que sus ideas estén al alcance de todos.
La declaración de propósito de la Biblioteca habla justamente de ese ideal. “La Biblioteca de Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad tiene el propósito de promover la búsqueda universal de espiritualidad y de la ciencia del ser, y sus efectos en la salud y el progreso humano”.
Esta noche haremos una visita “virtual” a la nueva Biblioteca y dejaremos que el material de archivo, en su mayoría inédito, nos informe sobre el período en que la Sra. Eddy pasó de ser “Hija de Nueva Inglaterra” a “Ciudadana del mundo”.
Su guía en esta presentación no es “virtual”. Es Stephen Danzansky, Presidente de la Administración Fideicomisaria Histórica de la Iglesia, y Gerente de la Oficina de Investigación de Archivos, de la Junta Directiva.
: Esta noche, los vamos a llevar en un viaje a través de gran parte de la vida de Mary Baker Eddy, como Descubridora y Fundadora de la Christian Science. Recorreremos tres décadas, de 1860 a 1890. Estos años son muy interesantes porque ofrecen información muy importante sobre cómo fue evolucionando el pensamiento de la Sra. Eddy, y las tareas que llevó a cabo, por lo general, bastante sola, en sus esfuerzos por fundar o “dar un fundamento” a lo que había descubierto. En Ciencia y Salud escribe: “Quienquiera que abra el camino de la Ciencia Cristiana es un peregrino y forastero, que traza la senda a generaciones aún no nacidas”.Ciencia y Salud, pág. 174.
Al fines del siglo XIX, una conocida revista, Human Life, describió a Mary Baker Eddy como “una de las mujeres más famosas, interesantes y poderosas de los Estados Unidos, si no del mundo”.
Pero la Sra. Eddy había iniciado su vida pública hacía cuatro décadas. Fue cuando comprendió que lo que había descubierto sobre la salud y la curación — sobre la relación entre la mente humana, el cuerpo y la espiritualidad — no era algo que se podía guardar para ella. Fue impulsada a ir más allá de la obtención de sus propios logros físicos y enriquecimiento espiritual, para hacer público lo que había encontrado.
Durante casi treinta años después del descubrimiento, no hubo ningún edificio ni organización de iglesia como lo conocemos hoy. Muchos de esos años, ella fue el único miembro del Cuerpo de Conferenciantes y del Comité de Publicación. La única maestra, predicadora, pastora, redactora, practicista y autora. Dio conferencias y ponencias, dio sermones, sanó a cientos y cientos de pacientes que, según algunos estimados, alcanzaron los 3.000. No obstante, como mucha gente informaba que había sido sanada con la simple lectura de Ciencia y Salud, quién sabe qué tan alto es ese número en realidad.
Esta noche, para que nos guíen e informen en nuestra travesía por esos treinta años, usaremos algunos de los ricos recursos tanto históricos como vivientes de la Biblioteca de Mary Baker Eddy. Estos recursos no son virtuales. Son de verdad. El material de archivo existe, y tiene 500.000 páginas, y verán parte del mismo en vivo, a través de los lentes de nuestra cámara de televisión.
Década de 1860
Stephen: La carrera de la Sra. Eddy como la Descubridora y Fundadora de la Christian Science reveló una conducta de trabajo incomparable, que a muchos pensadores y exploradores científicos les resultará muy familiar. Ella investigaba, escribía, ponía en práctica y proclamaba. Veremos que estos cuatro elementos se repiten una y otra vez durante las tres décadas de su vida que examinaremos hoy.
Aun antes de la década de 1860, la búsqueda de curación de Mary Baker Glover se transformó en algo más que un simple deseo de sanar físicamente. En 1849, cuando estaba viajando hacia Warner, New Hampshire, para que la tratara un médico alópata, ella terminó estudiando alopatía durante los meses que estuvo allí. Para ella no era suficiente ser un paciente, ella necesitaba saber el cómo y el porqué del proceso de curación.
Investigar, escribir, poner en práctica y proclamar. Ella estaba haciendo mucho más que eso durante los años 1860, — en sus propias palabras — “vagué por los confusos laberintos de la materia médica, procuré adquirir conocimientos de las diversas escuelas — alopatía, homeopatía, hidroterapia, electricidad y de distintas clases de charlatanería — pero no me satisfacieron”.Retrospección e Introspección, pág. 33.
Mary Baker Eddy había estado estudiando y experimentando con la homeopatía por varios años, después de obtener resultados favorables con ella a mediados de la década de 1850. En su ejemplar del Manual de Jashr, una guía clínica para quienes practican la medicina homeopática, escribía notas sobre lo que estaba aprendiendo y luego intentaba ponerlo en práctica con los demás. En Ciencia y Salud, la Sra. Eddy cuenta la curación de uno de sus pacientes, una mujer con edema pulmonar, que en su época se llamaba hidropesía, a quien ella le dio píldoras con azúcar. Posteriormente, la Sra. Eddy escribió que esa experiencia fue la primera de las dos caídas de la manzana,Ciencia y Salud, pág. 156. y le permitió comprender que la enfermedad y su curación son mentales. La segunda caída de la manzana fue, por supuesto, su descubrimiento de la Christian Science en 1866.
Entre las dos manzanas, sin embargo, hizo dos visitas, una al Instituto Hidropático del Dr. Vail, en Hill, New Hampshire, en junio de 1862; y meses después, ese mismo año, ella visitó al Dr. Phineas P. Quimby, un sanador mental, cuyo tratamiento se basaba en la teoría mesmérica.
Pero mientras ella investigaba estas conexiones de la mente/cuerpo, Mary Baker Patterson estaba investigando la Biblia y escribiendo, poniendo en práctica y proclamando lo que aprendía. Ella escribe en el prefacio de Ciencia y Salud: “...antes, en 1862, [la autora] empezó a escribir y a distribuir entre sus amistades los resultados de su estudio de las Escrituras, pues la Biblia fue su único maestro; pero esas composiciones eran inmaturas — los primeros pasos de un niño en el recién descubierto mundo del Espíritu”. Michael Meehan, Mrs. Eddy and the Late Suit in Equity (1908), pág. 16.
Ahora conversaremos con dos eminentes eruditos y asesores de la Biblioteca, la Dra. Ann Braude y el Dr. David Hufford.
David, acabamos de escuchar acerca del estudio y experimentos que realizó Mary Baker Eddy con muchas formas de medicina alternativa de su época. ¿Podrías contarnos lo que estaba ocurriendo en los años 1860 en la práctica de la medicina?
La experiencia de Mary Baker Eddy era común y comprensible, para una persona que estaba tratando de sanar ella misma y de ayudar a otros a sanar. Realizó, en esos “confusos laberintos”, como los llama ella, un viaje experimental.
En aquella época la medicina convencional no tenía mucho que ofrecer, y gran parte de lo que ofrecía era muy peligroso. Los medicamentos tenían compuestos fuertes, como el mercurio. La práctica del desangrado era también muy común.
No es de sorprender entonces que hubiera surgido esta gran diversidad de prácticas de atención a la salud, como el uso de hierbas, la homeopatía, la cura por la mente y el mesmerismo. Habría sido difícil llamar a algo medicina alternativa, porque había tantas que era casi imposible determinar exactamente cuál era la regular.
Pero la medicina comenzó a cambiar a fines de los sesenta. A fines de los años 1870, comenzó un nuevo tipo de reforma en la medicina. Se inició con la importación de una educación médica centrada más en el laboratorio o en la ciencia. La profesión médica se estaba consolidando alrededor de un sólo conjunto de teorías muy específicas sobre la ciencia material. Entonces se produjo un cambio dentro de la atención médica, con el convencimiento de que la enfermedad sería así esencialmente erradicada.
Stephen: Pero hoy estamos viendo, una vez más, como un resurgimiento de estas prácticas médicas alternativas. Incluso la espirtualidad está jugando un papel importante hoy en día. ¿Qué está ocurriendo?
David: Bueno, la expectativa de que el avance de la medicina con el laboratorio científico erradicaría la enfermedad, inicialmente llevó a que se hicieran notables adelantos en la medicina: antibióticos, esteroides, desarrollos en la cirugía. Pero el tiempo avanza. Entramos en los años 1970. La enfermedad todavía existe. No hay necesariamente las mismas enfermedades, pero la gente se sigue enfermando. Sigue muriendo. Sigue sufriendo. Y uno tiene una incertidumbre cada vez mayor sobre la promesa inicial de erradicar la enfermedad. Los costos en términos humanos y financieros siguen subiendo también.
Para fines de la década de 1970 y ciertamente en la de 1980, comienza a florecer lo que llamamos ahora medicina complementaira y alternativa.
El ingrediente espiritual es parte de ese cambio. Para mucha gente uno de los problemas con la medicina convencional, es el materialismo y su falta de base espiritual. Eso en parte es el atractivo que tiene la medicina alternativa, y es lo que para la gente está mal en la práctica de la medicina convencional.
La medicina actualmente está tratando de responder a esto y, por ejemplo, más de la mitad de las facultades de medicina del país tienen ahora cursos sobre religión y salud.
Hoy en día, todo fluye de una manera distinta, lo que realmente tiene mucho sentido con el nuevo milenio. Yo diría que hubo varios despertares en la historia de la religión: un despertar espiritual, un renacimiento Considero que ahora mismo estamos en medio de lo que es posiblemente el más grande despertar espiritual de los tiempos modernos.
Stephen: Me gustaría hacer referencia a algunas notas que le dictó Mary Baker Eddy a Calvin Frye, su secretario personal. He aquí lo que el Sr. Frye escribió de sus dictados:
Pasos hacia el Descubrimiento
“La homeopatía es el paso intermedio desde la alopatía y la materia, a la mente. La teoría y la práctica del Dr. Quimby fueron los pasos intermedios del magnetismo animal hacia el espiritismo, de la materia a la mente. Pero ninguna de esas teorías o prácticas eran la Christian Science. La homeopatía está de acuerdo en que la medicina sana al enfermo, mientras que la verdad es que el medicamento desaparece totalmente en alguna de sus prescripciones con las cuales el enfermo parece ser sanado. La Christian Science no parte de ninguna de esas bases, está establecida únicamente en la curación por el Cristo mediante la Mente divina, no la materia,... sí, el Espíritu, no la materia sana al enfermo”.
¿Qué le dice a usted este registro sobre el viaje de la Sra. Eddy a través de la medicina del siglo XIX?
David: Es obvio que ella estaba muy familiarizada con la medicina alternativa de su época. Particularmente la que se podría llamar medicina de energía, o medicina mente/cuerpo. Ella sabía que se podían obtener notables resultados con ella, pero era muy incompleta.
Primero, no ofrecía una curación total. Y segundo, aunque no era materialista como la medicina convencional, tampoco era espiritual, y era justamente eso lo que quería resolver la Sra. Eddy.
Ella respondió en parte a eso y en parte al materialismo de la medicina, ya que la ciencia médica a fines del siglo XIX y en gran parte a lo largo del siglo XX, consideraba que todas las cosas se reducían a una explicación material. Al esforzarse por encontrar una forma de curación confiable, encontró algo que fue único. Ésta es otra diferencia radical con las otras prácticas médicas alternativas que se conocían en aquella época; era totalmente espiritual y tenía sus raíces firmemente afianzadas en las Escrituras.
Stephen: Ann Braude, hemos explorado el viaje de la Sra. Eddy a través de las teorías médicas de su tiempo. Pero al mismo tiempo, ella estaba investigando, escribiendo y explicando la Biblia. Vemos de los manuscritos que usted ha examinado, que ella hizo numerosas notas sobre la Biblia. ¿Qué significa que una mujer haya estado haciendo eso en los años 1860?
Ann Braude: Bueno, la verdad es que en aquella época era increíble que una mujer emprendiera una aventura semejante. Como historiadora, a mí me conmovió mucho haber tenido la oportunidad de consultar los archivos y ver estos documentos. Yo había visto una transcripción de las palabras, pero no es lo mismo que manejar el papel que ella tuvo en sus manos, y ver las palabras escritas de su puño y letra. Para mí el documento cobró vida. Me ayudó a estar en contacto con la Sra. Eddy la mujer, esforzándose por interpretar la Biblia.
Durante el siglo XIX las mujeres leían, apreciaban y amaban la Biblia, como lo hacen hoy. En aquel entonces había más mujeres que asistían a la iglesia y leían la Biblia que hoy. Pero se les tenía prohibido interpretarla y no se les permitía entrar en las escuelas y seminarios teológicos, donde los hombres eran entrenados para interpretar la Biblia, para ser ministros, y llevar la Biblia a sus congregaciones. En esa época las mujeres encontraron otras maneras de expresar sus ideas religiosas.
Stephen: ¿Nos puede dar un ejemplo?
Ann: Creo que el mejor ejemplo es Harriet Beecher Stowe, autora del famoso libro, La Cabaña del Tío Tom. Ella era uno de los doce hijos de un famoso evangelista, Lyman Beecher. Los siete varones fueron ministros, todos fueron seminaristas, todos fueron ordenados y algunos llegaron a ser profesores de teología. Pero el padre, Lyman, estaba muy disgustado de que el único de sus hijos a quien consideraba el más brillante, Harriet, fuera mujer, porque eso quería decir que no sería posible usar la notable inteligencia que ella tenía para promover la ley cristiana. Claro que él nunca se habría imaginado que sería mucha más la gente que leería La cabaña del Tío Tom, que la que escucharía cualquiera de los sermones de sus otros hijos. En ese libro ella encuentra una manera de hablar acerca de la fe cristiana que fue más eficiente que muchos de esos sermones.
Mary Baker Eddy no estaba satisfecha con presentar un enfoque indirecto. No estaba contenta con divulgar lo que aprendía de la Biblia en forma de poemas, himnos o ficción. Ella quería hacer algo diferente, como es estudiar la Biblia directamente y compartir con los demás lo que aprendía.
Stephen: Ann, aquí tenemos varias Biblias de Mary Baker Eddy, entre ellas la Biblia de la familia Baker. Cuéntenos un poco sobre la función que la Biblia cumplía en el siglo XIX en los Estados Unidos.
Ann: No existe ninguna duda sobre el papel que la Biblia ha tenido en la historia religiosa de los Estados Unidos. Se puede decir que es el libro de texto del protestantismo de los Estados Unidos. Sentó las bases para que los puritanos fundaran las colonias en Nueva Inglaterra. Realmente querían establecer un commonwealth que cumpliera con todo lo que la Biblia les enseñaba y permitiera que la sociedad fuera orientada por esas enseñanzas. Para ellos era tan importante que todos leyeran la Biblia, que establecieron las primeras escuelas públicas. Crearon la sociedad más preparada culturalmente hasta entonces, para que todos pudieran leer la Biblia.
Lo que impulsaba al protestantismo era la idea de que todos los creyentes son pastores, el sentimiento de que todos debían adoptar la Biblia. Eso es exactamente lo que Mary Baker Eddy estaba haciendo. Ella quería llevar a todo el mundo ese compromiso original con la Biblia.
Stephen: Como profesora de la Facultad de Teología de Harvard, ¿cómo caracterizaría la contribución que ha hecho la Sra. Eddy al progreso del pensamiento religioso en los Estados Unidos?
Ann: Bueno, hay dos cosas que me gustaría destacar, además de su importancia como intérprete de la Biblia, que ya mencionamos. Primero está su papel como fundadora de una institución, porque había muchas buenas ideas flotando en el aire durante el siglo XIX, como la idea de un Madre-Padre Dios. Muchas personas habían escuchado esta idea. Pero fue Mary Baker Eddy la que estableció una institución que tenía la posibilidad de perpetuar esta idea y ponerla al alcance de todos.
El otro aspecto que me gustaría destacar es que ella puso a disposición de las mujeres del siglo XIX la noción de que uno no es un cuerpo. En aquella época, se les había comenzado a decir a las mujeres que la biología era nuestro destino, y que si uno pensaba demasiado se le iba mucha sangre al cerebro, quitándola así del sistema reproductivo que era lo más importante. Como muchas de las teorías del siglo XIX, se ha demostrado que esto no es verdad. De hecho yo acabo de tener un bebé, y estoy segura de que mi doctorado no mermó esa posibilidad. Pero era muy importante que las mujeres tuvieran acceso a la idea de que uno es y puede llegar a ser mucho más de lo que describe su anatomía.
Década de 1870
Stephen: Si los años 1860 fueron la época del descubrimiento, de la investigación, de escribir, practicar y de algunas proclamaciones, la década de 1870 se podría considerar como la época de definición. Una época en que la Christian Science y su Descubridora estaban encontrando su propia identidad y tomando los nombres por los que hoy los conocemos. Mary Baker Glover se transformó en Mary Baker Eddy el 1° de enero de 1877, cuando se casó con Asa Gilbert Eddy. Y la Christian Science se transformó en el nombre de su descubrimiento con la publicación de la primera edición de Ciencia y Salud en 1875. Antes se lo conocía como “Ciencia Moral”.
Antes de los años 1870, el descubrimiento que la Sra. Eddy nombró Christian Science estaba mayormente en su conciencia, producto de haber desarrollado su pensamiento y su práctica sanadora. Ella los había reducido a algunos escritos sobre las Escrituras, notas sobre el Evangelio según Mateo y el Génesis. No obstante, para cuando la Sra. Eddy comenzó a enseñar su sistema de curación a sus alumnos, ella había escrito muchos otros manuscritos. Enseñó su primera clase formal en agosto de 1870, en Lynn, Massachusetts. Para fines de esa década, se le había pedido a la Sra. Eddy que fuera la pastora de la Iglesia de Cristo (Científico), que en agosto de 1879 había recibido la carta de aprobación del Commonwealth de Massachusetts.
¿Qué fue lo que transformó una clase de cinco o seis personas que tenían su propio trabajo, en una Iglesia aprobada por el Commonwealth de Massachusetts tan sólo diez años después? Durante esa década de definición hubo un hecho muy importante, el surgimiento de la obra principal de la Sra. Eddy, el “libro de texto” de su descubrimiento. En 1884, ella escribió en un artículo del Journal: “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras es un libro completo sobre la Christian Science; y su método metafísico de curación es tan lúcido en presentación como es posible, ante la necesidad de expresar lo metafísico en términos físicos. No existe absolutamente ningún otro secreto fuera de sus enseñanzas, O que le dé a alguien el poder para sanar; pero es esencial que el estudiante obtenga comprensión espiritual de los contenidos de este libro, a fin de poder sanar”.Ciencia y Salud, pág. vii.
En 1881 escribió en una carta a una amiga: “Ciencia y Salud es como un meteoro de luz o una moneda clara tomada de mi antigua mina de mis otras obras”. Colección de La Iglesia Madre, documento A1030. “Ese meteoro de luz” estaba dando la definición tanto del descubrimiento como de la Descubridora. En las páginas de ese libro y en las casi quinientas ediciones en las que ella trabajó durante el resto de su vida, la Sra. Eddy vertió todo lo que estaba aprendiendo y probando sobre la Ciencia del Cristianismo. Todo eso mientras se vio forzada a cambiar de residencia veintidós veces.
Para examinar los años de 1870 más detenidamente, conversemos con tres de los historiadores de la Sra. Eddy: Yvonne Caché von Fettweis, quien junto con Robert Townsend Warneck escribió Mary Baker Eddy: Christian Healer [sanadora cristiana]; la Dra. Gillian Gill, autora de Mary Baker Eddy; y Richard A. Nenneman, quien escribió Persistent Pilgrim — the Life of Mary Baker Eddy [Una peregrina persistente — la vida de MBE].
Yvonne, pienso que sería interesante saber por qué escribió Ciencia y Salud la Sra. Eddy. ¿Qué has encontrado?
: En los archivos hay dos relatos y varias referencias publicadas. El primer relato está escrito de su puño y letra en la cubierta de papel de una de sus Biblias. Dice lo siguiente: “Antes de escribir Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, yo le había pedido a Dios durante semanas que me dijera qué era lo próximo que tenía que hacer, y cada día abría la Biblia en busca de mi respuesta, pero no la recibía. Pero cuando crecí espiritualmente lo suficiente para recibirla, la abrí nuevamente y el primer versículo que vi fue Isaías 30:8.9: “Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre”.
El segundo relato se encuentra en las reminiscencias de una de sus alumnas, Clara Shannon. Un médico que se llamaba Dr. Davis le había cablegrafiado a la Sra. Eddy pidiéndole que viniera a atender uno de sus casos. La mujer estaba sufriendo de neumonía. Entonces ella fue, y este médico fue testigo de la curación instantánea que realizó la Sra. Eddy. El Dr. Davis le preguntó a la Sra. Eddy: “¿Cómo lo hizo, qué fue lo que hizo?” Y luego agregó: “¿Por qué no lo escribe en un libro y lo publica, y se lo da al mundo?’ En el relato de Shannon la Sra. Eddy hace referencia a Jeremías 30:2: “Escríbete en un libro todas las palabras que te he hablado”.Escritos Misceláneos, pág. 50.
Stephen: ¿Se contradicen estos relatos respecto a qué la motivó a hacerlo?
Yvonne: No. Ella llamó a su descubrimiento “Christian Science”. De manera que como cristiana devota, ella recurría naturalmente a la Biblia en busca de guía, en busca de consejo, inspiración, empuje. Pero esta mujer tenía otro aspecto importante. Ella también era una pensadora científica y disciplinada. Por lo cual debe de haber respondido de manera favorable al pedido del Dr. Davis de que escribiera su método en un libro y lo diera al mundo.
Para la Sra. Eddy la curación física era mucho más que un fenómeno personal. Lo que estamos viendo aquí es una búsqueda científica para afirmar lo que ella estaba descubriendo, lo que ella había encontrado en forma de curación física. Mary Baker Eddy era una sanadora notable. Por ejemplo, en la década de 1870 sanó a la gente de sordera, enteritis, a una niña pequeña que nunca había caminada, y a un hombre que estaba deformado por su discapacidad física. Todas estas curaciones fueron instantáneas. La gente en un momento dado estaba sufriendo y al momento siguiente estaba perfectamente bien. Ella estaba tratando de escribir sobre su descubrimiento, declararlo, publicarlo y darlo al público para que otros se pudieran beneficiar.
Stephen: Gillian Gill, hablando de la cita de Isaías, “ve,... y regístrala en un libro”, en aquella época eso era más fácil decirlo que hacerlo para una mujer, ¿no es así?
: Es verdad. Es difícil estar sentados en este edificio sorprendente — ver las paredes con inscripciones de palabras que la Sra. Eddy escribió en Ciencia y Salud — y borrar todo lo que está aquí y regresar a 1872 cuando la Sra. Eddy comenzó a escribir el libro. Fue una decisión extraordinaria.
Era una mujer de cincuenta y tantos años. Hoy en día no es fácil proponerse escribir un libro por primera vez. Imagínense lo difícil que habrá sido para ella en aquella época. Considero que nosotros somos un grupo privilegiado. La Sra. Eddy no pertenecía a un grupo privilegiado. Acababa de atravesar un período sumamente difícil. Estaba comenzando a encauzar su vida nuevamente. Se había integrado a la sociedad de Lynn. Había estado dando clases. Las cosas estaban comenzando a mejorar. Se estaba ganando la vida, que de por sí para una mujer de su tiempo era todo un logro.
Se trata de alguien que ha alcanzado un equilibrio precario, y entonces decide romper ese equilibrio. Decide arriesgarlo todo, apartándose del mundo y escribiendo un libro.
Fue una decisión muy, pero muy valiente. Yvonne habló de recurrir a la Biblia. Mary Baker Eddy tenía que encontrar inspiración y guía. Necesitaba buscar fortaleza, porque era un momento difícil. Creo que éste es un buen ejemplo del liderazgo de la Sra. Eddy. Creo que está diciendo: ¿Cuál será mi próximo paso? No me puedo conformar con lo que hice. Necesito seguir adelante. Tengo que pasar a la siguiente etapa. Y mi siguiente etapa es escribir un libro”.
De manera que se sienta, en el pequeño y frío cuarto que había rentado, con su pluma y su pedazo de cartón en la falda. Moja su pluma en el tintero y comienza a escribir. Como autora de su biografía, me impresionó mucho que las circunstancias tan difíciles y restringidas, y el ruido, siendo ella tan sensible al ruido, no hayan tenido efecto alguno en ella. La Sra. Eddy habla de esto en una de sus reminiscencias: “A veces recibía tales inundaciones de verdad, que me sentía agobiada, y yo como que tomaba una rápida bocanada de aire cuando mi pluma volaba como si estuviera sumergida en la transfiguración de ideas espirituales”. Colec. de LIM, doc. L13357.
Stephen: Pero ella no sólo enfrentó obstáculos económicos y personales, ¿no es cierto? Éste era un libro sobre metafísica escrito por una mujer.
Gillian: Exactamente. Imagínense, todos ustedes conocen Ciencia y Salud. Piensen un poco. No se trata simplemente de un registro personal de curaciones. No se trata simplemente de un manual de instrucciones sobre la curación, si pudiéramos imaginar una cosa así. La Sra. Eddy se sumerge, desde el capítulo uno, directamente en la metafísica. Ella dice que uno tiene que entender la “Ciencia natural”, — que es el título del primer capítulo de la primera edición de Ciencia y Salud — antes de que podamos llegar a la fisiología y sanarla. De modo que entra directamente en la metafísica.
En la primera página de ese capítulo, ella escribe: “Esta prueba que afirmamos haber obtenido, y reducido a su declaración en la ciencia, es la que nos brinda una clave para la armonía del hombre, y revela lo que destruye la enfermedad, el pecado y la muerte”. Ella le está diciendo a la gente que antes de poder sanar, uno tiene que comprender las estructuras profundas que Dios ha establecido para nosotros, y que ella va a ser nuestra guía — Yo, Mary Glover. Para mí esto fue un paso extraordinario. La Prof. Braude ya nos dijo de manera muy elocuente lo difícil que era para la mujer entrar, no digamos en la vida religiosa, sino en la interpretación, la predicación y el papel de líder. Eso era inusitado. La Sra. Eddy asume ese papel, y no sólo se propone predicar, no sólo escribir, sino publicar su obra en forma de libro.
Stephen: Dick Nenneman, Gillian nos ha dado una perspectiva de lo que significaba para una mujer del siglo XIX tener opiniones importantes sobre religión y metafísica, y luego tener la audacia de escribirlos en un libro. Tu reciente biografía de la Sra. Eddy, Persistent Pilgrim, trata sobre su determinación de llevar el mensaje al público. De acuerdo con Webster, la palabra “persistir” significa “hacerlo con resolución a pesar de los obstáculos, la oposición y las advertencias”. ¿Cuáles eran esos obstáculos, oposición y advertencias?
: Gillian acaba de hablar de lo difícil que era para una mujer que tuviera ideas importantes, en particular en el campo de la teología y la curación, hacerse oír, ni qué decir publicar un libro. Pero me pregunto si hemos pensado en la soledad. En ese período ella estaba sola con sus pensamientos. Había dejado de enseñar para trabajar en su libro, y necesitaba estar sola para encontrar las palabras correctas que debía poner en ese libro. Gillian nos habló de esa maravillosa cita sobre las inundaciones de verdad que le vinieron, pero le tomó tres años. Pienso yo que hubo muchos días en que esas inundaciones no aparecían por ningún lado, no obstante, ella seguía trabajando.
Necesitaba estar sola, pero ese sentido de soledad tenía un precio; y hubo momentos en que la falta de una compañía humana normal era demasiado para ella, especialmente, quizás, los días de fiesta.
Me conmovió mucho una carta que encontré cuando revisaba los archivos, y que ella le escribió a Samuel Putnam Bancroft, uno de sus primeros estudiantes, el Día de Acción de Gracias de 1872. Quiero leer sólo el principio:
Amigo Bancroft:
Me dicen que este día es para celebrar y regocijarse; pero yo no tengo ninguna evidencia de esto, excepto la proclamación y la reunión de aquellos que se aman. Hoy estoy sola, y lo más probable es que no vea a ningún alumno. Mis lazos familiares se han roto y ya no se restablecerán en este mundo para mí.
Pero ¿qué puedo decir de aquellos que han aprendido de mí la verdad de la Ciencia Moral? ¿Dónde encuentran ellos sus goces; dónde buscan amistad y felicidad? ¿Veré, acaso, a alguno de ellos hoy?... Colec. de LIM, Colec.de Biblias de Mary Baker Eddy, doc. AA9.
Stephen: Entonces, Dick, ¿qué fue lo que la impulsó adelante al vivir esa soledad, las mudanzas, etc, con esa fortaleza tan inamovible?
Dick: Creo que podemos decir que la Sra. Eddy tenía un sentido de misión, un sentido de que su vida tenía un propósito único, y eso fue lo que la mantuvo en movimiento. En 1872 dejó de enseñar porque se sintió impulsada a escribir. Había enseñado tres clases. Se había convencido de que podía explicar su método de curación tan bien, que los estudiantes podían salir a sanar.
Pero quería perpetuarlo de una manera más rápida y llegar a un grupo más grande de gente que la pequeña comunidad de Lynn. Si para lograrlo tenía que escribir un libro, lo haría. Pero aun entonces no pareció ser un trabajo fácil de hacer.
Volviendo al Sr. Bancroft, muchos años después, recordando aquella época, él escribió lo siguiente en una reminiscencia: “...La Sra. Eddy se encerró por más de tres años con ese propósito, privándose, mientras escribía, de todo excepto lo más esencial en la vida. Yo la vi cuando estaba casi destrozada por el dolor, pero seguía escribiendo. La vi cuando un amigo tras otro la abandonó, pero ella seguía escribiendo. Colec. de LIM, Archivo de reminiscencias.
También me gustaría pensar en 1875, cuando terminó Ciencia y Salud. La Sra. Eddy no tenía fondos para publicar el libro, y no había ningún impresor que estuviera dispuesto a preparar y publicar el libro de su propio bolsillo. Entonces permitió que dos de sus estudiantes financiaran el libro. Luego, cuando fue publicado, los envió a venderlo de puerta en puerta. Ahora, si eso no es persistencia, no sé qué es.
Ella era persistente, y sin esa persistencia nunca habría podido lograr lo que hizo. No obstante, la persistencia por sí sola tampoco lo habría logrado. Era la inspiración que la Sra. Eddy había obtenido de toda una vida de estudiar la Biblia y de su comunión diaria con Dios, de donde esas cualidades humanas, como la persistencia, obtenían ese increíble empuje.
Década de 1880
Stephen: Fue durante la década de 1880 que el movimiento de la Christian Science comenzó a ganar fuerza. Y lo más increíble es que todavía no existía un edificio para la iglesia ni tampoco había una organización de iglesia como la conocemos hoy, aunque se celebraban servicios religiosos en salones alquilados en Boston. La misión de restablecer “el Cristianismo primitivo y su perdido elemento de curación”, Colec. de LIM, doc. A10934. se cumplía todos los días a través de las conferencias públicas, más de ochenta de las cuales las dio la Sra. Eddy. Y también a través del nuevo Journal of Christian Science, que acababa de fundar, y de la primera Sala de Lectura de la Christian Science, que abrió en el Hotel Boylston. Se estaba cumpliendo a través de la práctica de curación que llevaban a cabo más de mil alumnos que habían estudiado en el Colegio Metafísico de Massachusetts, y por medio de la publicación y venta de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras.
Fue durante esa época que la Sra. Eddy, habiendo definido su descubrimiento y su misión, emergió de ser la “Hija de Nueva Inglaterra”, a ser una ciudadana pública cuya obra de toda la vida se estaba comenzado a sentir en todo el mundo.
Para percibir algo del drama de aquellos tiempos, le hemos pedido al dramaturgo Horton Foote y a su hija, la actriz Hallie Foote, que presenten algunas de las cartas que la Sra. Eddy escribió durante la década de 1880.
: La primera carta inédita que Hallie les va a leer esta noche, fue escrita por la Sra. Eddy durante su viaje a la ciudad de Washington, en 1882. Ella había viajado a la capital de la nación con su esposo, Asa Eddy, para investigar las leyes sobre los derechos de autor de sus obras, dar algunas conferencias y enseñar. Su carta está dirigida a Clara Choate en Boston, una de sus primeras alumnas.
Washington, D.C.,
28 de febrero de 1882
Mi muy querida alumna,
Estás haciendo lo que Dios sabe, y yo sé, y todos los demás deberían saber, que es una bendición, y es la bendición más grande que la humanidad haya registrado en la historia, hasta hoy.
Que Dios te bendiga, te mando un abrazo fuerte y quiero alentarte contándote que estoy encontrando estudiantes en esta ciudad de moda y orgullo.
He trabajado más que nunca, he dado conferencias de tres horas cada noche durante 14 noches consecutivas, aparte de las otras cosas que tengo que hacer. Me acuesto a las 12 de la noche y me levanto a las 6, y trabajo. Tengo un buen número de personas ya alistadas en el trabajo. “Te necesito, oh, cuánto te necesito, a cada hora te necesito...”
Qué buena muchacha eres, diseminando las buenas nuevas. He estado tan absorbida en mi trabajo y tratando también entre horas de encontrar algo que me pueda llevar de recuerdo de mi viaje en un sentido secular, que me olvido que se me está agotando el dinero, pero puedo esperar hasta mi regreso. Entonces espero dictar una clase y rellenar mis arcas.
...Envía mi amor a todos mis queridos alumnos, y toma la porción de Benjamín para ti.
Por siempre,
MBGE — ... Colec. de LIM, doc. V03043.
Horton: Antes de regresar a Boston, los Eddy fueron a Filadelfia, ciudad que la Sra. Eddy había visitado brevemente durante la celebración de los cien años de la independencia de los Estados Unidos, en 1876. Aquí ella percibiría una vislumbre de lo que el movimiento de mujeres estaba logrando en esa ciudad. Nuevamente ella le escribe a Clara Choate.
Hallie:
15 de marzo de 1882
Mi querida estudiante y trabajadora, Como siempre me dio mucho gusto recibir noticias de tu parte y enterarme de cómo están percibiendo la declaración de la metafísica en Boston. Veo y reconozco que tu participación en el progreso de esto ha sido sumamente importante. Nunca he tenido nada que me obstaculice este trabajo gloriso, más que los estudiantes holgazanes y pecadores. Pero si tengo uno y muy especialmente media docena de hombres y mujeres dedicados, trabajando en una causa justa, nunca me sentiré desesperada, porque finalmente triunfaremos. Es glorioso ver lo que las mujeres solas están haciendo aquí por la templanza. Más de lo que el hombre ha hecho jamás.
Éste es el período de las mujeres, ellas deben actuar y llevar adelante las grandes reformas morales y cristianas. Yo lo sé. Ahora querida, trabajemos como las dedicadas sufragistas están trabajando, que están logrando que las escuchen por todos lados. Trabajemos como ellas lo hacen en amor, “prefiriéndonos los unos a los otros”. Trabajemos hombro a hombro llevando cada una su propia parte de las cargas y ayudándonos las unas a las otras. Entonces, ante una unión así, los débiles puntapiés del mesmerismo desaparecerán.
Horton: Durante esta década, la Sra. Eddy también viajó al Medio Oeste. Este extracto de una carta a su amigo y alumno el Coronel E. J. Smith, nos da una idea de su estadía de tres semanas en Chicago, en mayo de 1884.
Hallie:
Boston, 25 de junio de 1884
Querido alumno,
Sus documentos y cartas llegaron muy bien y he buscado la primera oportunidad para poder contestarle.
Primero me gustaría hablar de nuestra amistad y luego de los negocios, en lugar de hablar primero de los negocios, luego de la amistad y de Dios a lo último, pero a veces la presión nos exige esperar un poco, incluso a mí.
En mayo fui a Chicago, ante la imperiosa llamada de la gente de allí y mi propio sentido de necesidad. Esta gran obra ya se había iniciado, pero mis alumnos me necesitaban para que les diera una base correcta y un impulso en esa ciudad de incesante movimiento mercantil. De manera que fui y en tres semanas enseñé una clase a 25 alumnos, di conferencias en un Music Hall repleto, obtuve 20 suscripciones para mi Journal, vendí cerca de treinta ejemplares de Ciencia y Salud, etc. En la clase había tres médicos y dos ministros, uno metodista y otro universalista, buenos pensadores y eruditos.
A los apurones, siempre la misma.
MBG Eddy Samuel Putman Bancroft, Mrs. Eddy As I knew Her in 1870 (Boston Press of Geo. H. Ellis, 1923), pág. 127.
Horton: La autora recibió con mucho agrado los informes de curaciones y de la circulación de Ciencia y Salud. De hecho, los archivos indican que la Sra. Eddy estaba muy interesada en la distribución y venta de su libro. Le escribió a su alumna Caroline Noyes, en Chicago en junio de 1884, lo siguiente:
Hallie:
Me da mucho gusto que te hayas propuesto dar a conocer el libro que está haciendo tanto bien. Mis alumnos dicen que el libro hace tanto cuanto, si no más que ellos para lograr la curación.Manual de La Iglesia Madre, pág. 17.
Horton: Y a otro, Ebenezer Foster, ella le escribió lo siguiente en junio de 1888:
Hallie:
Hoy todo lo que se necesita es el Espíritu para que podamos encontrar gente que nos escuche y siga. La Christian Science ha sido escuchada, el libro es el predicador. Ciencia Y Salud está haciendo un millón de veces más por los mortales, que todos los estudiantes y sus maestros puedan llegar a lograr jamás. Haz lugar para el libro en todo lo que puedas. Colec. de LIM, doc. L02499. “I need thee every hour”, es un himno escrito por Annie Sherwood Hawks en 1872, que hoy aparece en el Himnario de la Ciencia Cristiana como el No 137. 16 Colec. de LIM, doc. L04088. 17 Colec. de LIM, doc. L02069.
Horton: Durante los años 1880, la Sra. Eddy se dedicó con corazón y alma a escribir y revisar Ciencia y Salud. Hizo tres revisiones importantes durante esa década, e innumerables cambios y ajustes menores. Ella lo cuenta en su autobiografía inédita, titulada Footprints Fadeless.
Hallie:
Con mis revisiones de Ciencia y Salud, toda su nota clave está cada vez más clara, más fuerte y más dulce. Ni una sola vibración de sus melodiosas cuerdas se ha perdido. He elucidado mi tema cada vez con más claridad, a lo largo de estos años que han pasado volando. Puede que hasta ahora no haya comprendido bien sus afirmaciones. ¿Acaso Newton pudo declarar satisfactoriamente las leyes de la gravitación, cuando descubrió por primera vez ese portentoso principio? Mucho menos puedo yo formular y expresar el Principio infinito y las Leyes divinas, de las que Dios me ha dado el primer tenue destello en mi hora de agonía física e iluminación mental. Todo verdadero Científico Cristiano comprende, hasta cierto punto, las honestas luchas que tuve al principio. Colec. de LIM, doc. L05410.
Horton: A medida que la década de 1880 llegaba a su fin, Mary Baker Eddy estaba volviendo su atención una vez más a otra revisión profunda de Ciencia y Salud, la quincuagésima edición. Este trabajo era tan importante, que ella literalmente dejó todo de lado para hacerlo. Después que su nueva edición fuera publicada en enero de 1891, ella le escribió a uno de sus estudiantes, el Capitán Eastaman, en Boston:
Hallie:
Concord, 15 de febrero de 1891
Capt. Eastaman,
Mi muy querido Alumno,
Tengo su característica carta en la mano. Gracias por sentir el anhelo de escuchar noticias mías y escribirme... ¡Qué bueno es Dios por traer de vuelta a los peregrinos a la puerta de Su casa, y luego, como el leal Pastor, pasarlos bajo Su vara. Sí, mi edición revisada del mensaje de Dios a los mortales está en circulación, finalmente. Me costó casi US$4.000 y dos años de ardua labor, y éste no es todo el costo, realmente. Pero ¿qué me ha aportado a mí? Más que millones de millones. Me da una alegría inmensa pensar en el bien que producirá. Las antiguas ediciones hicieron también su trabajo y lo hicieron bien. Pero la nueva edición tiene una nueva responsabilidad, asume el puesto de Maestro así como de sanador, se transforma en un poder viviente para elevar a toda la raza humana... Colec. de LIM, doc. L01777.
Año 2000
Stephen: Esta noche hemos considerado tres décadas de la vida de la Sra. Eddy, desde 1860 a 1889. Vimos cómo una hija de Nueva Inglaterra encontró salud, a sí misma, y descubrió la Christian Science, ese niño de su pensamiento avanzado e intuición espiritual, que ella atesoraría por el resto de su vida terrenal. Y al término de esa vida, ella era realmente una ciudadana del mundo.
Entonces es legítimo preguntar: ¿qué podemos decir de su legado? En la presentación que hizo la Junta Directiva esta tarde, escuchamos hablar del creciente interés que tienen los pensadores de hoy en la Sra. Eddy, entre ellos eruditos, gente que busca espiritualidad y, por supuesto, los médicos que tratan de comprender mejor la conexión que hay entre la mente y el cuerpo, y su relación con la oración y la espiritualidad. Nos enteramos de que se reciben casi veinte veces más llamadas pidiendo conferencias sobre la vida de la Sra. Eddy, que hace cinco años. Y recibimos noticias de cientos de miles de personas que conocieron por primera vez a la Sra. Eddy, al visitar la exhibición móvil sobre su vida, en Seneca Falls. Nos han contado de los seminarios sobre su vida que se han dado en programas de estudios sobre mujeres en las universidades y organizaciones de distintas religiones. Y recibimos con agrado los honores y tributos que le han hecho las legislaturas de estado y el Women’s National Hall of Fame [Salón Nacional de la Fama de la Mujer].
También hemos visto un aumento en el número de publicaciones que citan a la Sra. Eddy fuera del contexto de sus contribuciones a la teología y la medicina. Fue uno de los dieciséis individuos seleccionados por el escritor Garry Wills en su libro de 1994, Certain Trumpets: The Call of Leaders [Al toque del clarín: El llamado de los líderes], que es un estudio sobre el liderazgo y la organización. También hubo una mención a Mary Baker Eddy como redactora de publicaciones periódicas en un libro que se publicó en 1995, titulado Our Sister Editors [Nuestras hermanas redactoras].22 Hace poco hemos visto varios escritos sobre la agudeza que tenía la Sra. Eddy para los negocios, entre ellos artículos en el Investor’s Business Daily y el Boston Business Journal. Y a principios de este año salió un nuevo libro en el que su autora, Jane Plitt, que también es empresaria, explica el impacto que las ideas de Mary Baker Eddy tuvieron en una mujer de negocios de fines del siglo XIX, contemporánea de la Sra. Eddy.23
En el Prefacio de Ciencia y Salud, leemos: “Las generaciones futuras tendrán que declarar lo que ha logrado el explorador”.24 Y en los últimos dos años hemos visto esa evidencia al leer lo que pensadores de nuestro tiempo, han dicho sobre su obra. Dos asesores importantes de La Biblioteca de Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad, un antiguo archivista de los Estados Unidos, el Dr. Don W. Wilson, y el historiador y escritor Dr. Allen Weinstein, Presidente del Centro para la Democracia, en Washington, D.C., comentaron lo siguiente:
: Mary Baker Eddy es sin duda una de las figuras más importantes de la historia de fines del siglo XIX y del siglo XX. Como archivista de los Estados Unidos, yo era responsable de preservar la herencia del país mediante documentos que hablan de la historia de hombres de estado, el hombre común, jueces; en síntesis ciudadanos de este país que hicieron grandes contribuciones al mundo.
Crear la Biblioteca de Mary Baker Eddy centrándola en la vida de una mujer, es algo único y nuevo. Hay otras instituciones que honran a Susan B. Anthony y a otras figuras del movimiento de liberación femenina. Pero considero que éste va a ser un paso muy significativo para alcanzar un conocimiento de las mujeres, en particular las del siglo XIX, que tuvieron que enfrentar grandes desafíos al abrir el camino para que se reconocieran los derechos de la mujer, y al editar publicaciones y escritos. Pienso que es muy importante entender a Mary Baker Eddy en ese contexto. Ella no entra en ninguno de esos aspectos de manera exclusiva, y resultará interesante conocer por qué y qué la impulsó a entrar en ciertas áreas. Es una persona que tiene muchas dimensiones.
No solo es importante ponerla en contexto en el siglo XIX, sino descubrir cómo su pensamiento y legado ha aumentado en el siglo XX y ahora nos va a llevar al siglo XXI. Creo que éste es un aspecto importante de por qué necesitamos abrir este material y tenerlo a disposición para estudiarlo, permitiendo que la interpretación surja de la propia documentación, no tan solo de sus últimos escritos públicos, sino de los escritos que hacía a diario, en el contexto de su vida.
Yo no soy miembro de la Iglesia, pero considero que es un tema fascinante que merece que el erudito lo estudie y aprenda de él. También es importante, reconocer que Mary Baker Eddy no solo era una destacada figura estadounidense, sino que también era una importante figura mundial. Y en ese sentido, es esencial tener este material al alcance de eruditos y miembros del público interesados, para que ella pueda ocupar el lugar que le corresponde en la historia del mundo.
: La Sra. Eddy fue una figura más que esencial en el siglo XIX. Se vio claramente involucrada en los temas de mayor interés de su época, entre ellos la esclavitud, los temas sobre mujeres, la templanza, la Guerra Civil, y muchas otras cosas. No obstante, ella podía regresar casi instantáneamente a su interés primordial, que fue, casi desde el principio, espiritual, y reflejaba su propia búsqueda de respuestas a las preguntas más preocupantes de su época y de su vida. Pero ella tuvo la habilidad de ampliar su visión, casi al comienzo de su vida, y ver su vocación y su búsqueda no como alguien limitado a su propio grupo o clase social. Sino como alguien que tendría un efecto tal en la humanidad misma, que iría mucho más allá de su país, para salir al mundo.
No he leído toda la correspondencia de la Sra. Eddy, lo que me llevaría muchísimo tiempo. He leído muestras de la misma durante la asesoría que les di sobre cómo desarrollar lo que considero será una de las bibliotecas más importantes del mundo, La Biblioteca de Mary Baker Eddy para el Adelanto de la Humanidad.
Tan sólo la oportunidad de ver este material me ha enseñado y me ha educado, de una manera que considero muy valiosa. No puedo más que creer que esta Biblioteca representará probablemente una de las pocas instituciones fundamentales para el estudio de una amplia variedad de temas, entre ellas la mujer misma, la Iglesia, el mundo en el que ella creció, la historia de la medicina, la historia de la teología, la historial social de los Estados Unidos, la historia del periodismo — The Christian Science Monitor y otras publicaciones. Estas ofrendas harán que los fundadores de esta Biblioteca y todos los que la apoyan, se sientan sumamente orgullosos.
John Selover: Hemos visto que la Sra. Eddy es realmente una ciudadana del mundo. Trasciende la geografía, el tiempo y la historia humana. Su compromiso desinteresado e inamovible se aprecia en sus palabras: “Todo mi trabajo, todo mi esfuerzo, todas mis oraciones y lágrimas son para la humanidad, y para diseminar la paz y el amor entre los hombres”.
Esta Biblioteca, tocará, con respeto y en contexto, una gran parte de la experiencia e ideas de esta notable mujer. Las bendiciones que fluirán de esta contribución serán muchas.
Una biblioteca es un lugar de maravilla y recompensas. En una entrevista reciente con The Boston Globe [diario de Boston], le preguntaron al escritor Malcolm Gladwell qué era lo más valioso que tenía. Él entonces metió la mano en un bolsillo y sacó su tarjeta de miembro de una biblioteca.
Muchas gracias por su interés, su atención y su disposición de saber más acerca de esta Biblioteca y de aventurarse junto con nosotros, en su establecimiento.