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Véase bajo una nueva luz

Del número de enero de 2001 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Las Propagandas de televisión plantean la pregunta: "¿Se siente usted agotado? ¿Harto de ser el mismo de siempre? ¿Por qué no prueba...?" Podríamos completar esa frase con una increíble variedad de productos, desde un nuevo color de cabello, enjuague bucal y suplemento dietético, hasta un cereal para el desayuno, etc. Todas estas declaraciones que insisten en mejorar nuestro "yo", parten de la base de que nos falta algo esencial. ¿Piensa usted que eso es verdad? ¿No sería mejor pensar que uno ya es completo y sano?

¿Completo? ¿Sano? ¿Quién? ¿Yo?

¿Completo? ¿Sano? ¿Quién? ¿Yo? ¡Por supuesto que sí! Como hijos de Dios todos lo somos. A nadie le puede faltar cualidad divina alguna. Suena muy radical, ¿no es así? Pero la Biblia tiene muchas declaraciones "radicales" sobre nuestra perfección espiritual como linaje de Dios. Desde la creación del hombre a imagen de Dios en el Génesis, Véase Génesis 1:26–28. a la declaración de nuestro estado permanente como hijos e hijas de Dios en los escritos del Nuevo Testamento, la Biblia habla continuamente de nuestra bondad y de nuestro dominio. Ésa es nuestra única naturaleza verdadera, porque somos creados a semejanza de nuestro Hacedor.

A medida que reconocemos que Dios es la verdadera fuente de nuestra existencia, vemos esa perfección no sólo en nosotros, sino también en los demás. Cuando vemos a una persona honesta, estamos viendo en realidad la integridad de Dios expresada. Del mismo modo, cuando nos enojamos porque otro conductor se nos atravesó en el camino, estamos aceptando el hecho de que a un hijo de Dios le puede faltar paciencia, inteligencia y juicio. Pero eso no es así. Quizás tengamos que mejorar la manera de usar y expresar lo que Dios nos da. Pero la verdad es que todos gozamos de las cualidades divinas que Dios nos ha otorgado. En momentos difíciles, cuando la vida nos parece tan perversa, la oración nos puede ayudar a apartar el pensamiento de ese punto de vista, y ver en cambio las cualidades siempre presentes del hombre y la mujer que Dios ha creado. El Salmista lo dijo así: "Considera al íntegro, y mira al justo; porque hay un final dichoso para el hombre de paz". Salmo 37: 37.

La Biblia es una fuente maravillosa para aprender sobre las cualidades divinas. También lo es el libro de Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud, que se basa en el mensaje inspirado de la Biblia, y muestra cómo la comprensión del ser espiritual de uno mismo y de los demás produce la curación. Mi lista de atributos de Dios, actualmente llega a 1.022, y sigue creciendo a medida que aprendo más sobre la naturaleza infinita de nuestro Padre-Madre.

Cada día me dispongo a ver tantos atributos de Dios como sea posible. A medida que los mantengo en mi pensamiento y los vivo, mis relaciones con los demás son más armoniosas, el trabajo me da más satisfacciones y mi vida en general es más feliz. Por ejemplo, hace poco trabajé con un cliente para completar un trabajo, y nuestra relación fue cálida y agradable, lo que para mí fue muy natural. Incluso me felicitó por haber hecho un buen trabajo. Sin embargo, después me enteré de que la reputación de esta persona era muy diferente de la que yo había experimentado. Muchos pensaban que era una persona muy difícil de conformar. Pienso que la razón por la cual en mi caso esto no ocurrió es que me esforcé por ver únicamente al hombre espiritual y verdadero, cuyas cualidades provienen de Dios.

Al ver a los demás de la manera que Dios los ve, y haciéndoles el bien siempre que es posible, me estoy esforzando por seguir el ejemplo de Jesús. Él se identificaba a sí mismo y a todo aquel que conocía, con cualidades inmortales. Esto era esencial para realizar sus obras maravillosas. Como lo explica la Sra. Eddy: "Sabiendo que el Alma y sus atributos se manifestaban eternamente por medio del hombre, el Maestro sanaba a los enfermos, daba vista a los ciegos, oído a los sordos, pies a los cojos, revelando así la acción científica de la Mente divina sobre mentes y cuerpos humanos, y dando una mejor compresión del Alma y la salvación".Ciencia y Salud, pág. 210.

Mañana, cuando me levante, pensaré en los atributos de mi lista y sabré que estas cualidades me esperan, tanto para expresarlas como para vivirlas. Yo soy activo porque Dios es toda acción. Soy inteligente, porque Dios todo lo sabe. Soy pacífico, porque Dios es la fuente de la paz. Puede que usted también quiera hacer una lista de atributos. Soy — porque Dios es_. Vamos, complete los espacios vacíos. Véase bajo una nueva luz.

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