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»Heather No sentí más dolor en el pecho

Del número de septiembre de 2002 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Hace dos años fui a un campamento de verano en Colorado, y tuve una hermosa curación. Era mi primer día en el lugar y planeaba participar en una prueba con cuerdas. Se trata de un trayecto de obstáculos colocados en árboles a 17 m de altura. Tienes que balancearte de una cuerda a la otra y caminar a través de unos troncos de madera sin ningún apoyo para agarrarse, o caminar a través de unas cuerdas angostas tan sólo con un dispositivo de seguridad para apoyarte cuando pasas de un árbol a otro.

Desde la mañana comencé a tener dolor en el pecho, y pensé que no me iba a sentir bien como para hacer el recorrido. Me dolía cuando respiraba y supuse que no podría extender los brazos para alcanzar las cuerdas y pasamanos a esa altura. Comencé a orar y el dolor disminuyó, pero no desapareció.

Decidí ir con los demás de todas formas. Cuando llegué, vi a la practicista del campamento que es una persona que ayuda a la gente a resolver sus problemas mediante la oración. Fue muy oportuno. Le dije que me dolía el pecho y le pedí ayuda.

Ella me tranquilizó. Me dijo que fui creada a imagen y semejanza de Dios, y que ese dolor no formaba parte de Dios; por lo tanto, no formaba parte de mí. El dolor era tan solo una proyección de la creencia de que yo pudiera tener alguna parte imperfecta. Todo lo que tenía que hacer era apagar ese proyector en mi pensamiento.

Cuando terminamos de hablar, me tocaba el turno de subir a los grandes troncos para llegar a los árboles. Me puse el equipo, me abroché las cintas de seguridad, y prácticamente corrí por los troncos, sin sentir ningún dolor. Cuando estaba arriba en los árboles, no tuve miedo de que el dolor de pecho pudiera volver, o de caerme, porque sabía que yo era una con Dios, una con el Amor infinito y la fortaleza infalible. Dios está en todas partes, de manera que no había lugar donde yo no estuviera a salvo. Fui una de los pocos que terminaron todo el trayecto ese día. Y desde entonces no he vuelto a tener dolor en el pecho.



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