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“SOMOS DOS JÓVENES COMO LOS DEMÁS, SÓLO QUE VIVIMOS EN UN PUEBLO MUY ESPECIAL”

Del número de septiembre de 2002 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


“Yo oro más que nada por la paz”— Rami

que es judío, y que es palestino y ciudadano israelí, saben bien qué se requiere para llevarse bien con el prójimo. Crecieron en un pequeño pueblo de Israel donde, hace más de veinticinco años, judíos y árabes decidieron vivir juntos. El pueblo está a medio camino entre Jerusalén y Tel Aviv, y se llama Neve Shalom/Wahat Al-Salam, es decir “Oasis de la Paz”.

Rami, quien terminó la secundaria en julio, vive en el pueblo con su familia desde que tenía cuatro años. Ori nació en el pueblo, y regresó a vivir allí después de pasar tres años con su familia en los Estados Unidos, cuando era niño.

Ori y Rami han viajado a diferentes partes del mundo promoviendo la resolución pacífica del conflicto entre judíos y palestinos, y hablando en escuelas y grupos de jóvenes sobre Neve Shalom/Wahat Al-Salam. El año pasado, Rami formó parte de una delegación que estuvo tres semanas en las Naciones Unidas hablando con jóvenes de todo el mundo sobre las situaciones que enfrenta la gente joven hoy en día. Ori también ha formado parte de un grupo de jóvenes que enseña a otros sobre cuestiones del medio ambiente, así como del grupo juvenil Paz Ahora.

En esta entrevista con el Heraldo, ellos hablan sobre el “Oasis de la Paz” y comparten algunas ideas sobre el actual conflicto entre Israel y Palestina.

¿Cómo es el pueblo donde crecieron y cómo fue fundado?

Ori: En 1972, un sacerdote dominicano llamado Bruno Hussar, decidió establecerse en una pequeña parcela de tierra en una colina que rentaba de un monasterio cercano. Él quería formar un pueblo donde gente de las tres religiones monoteístas vivieran juntas, cristianos, musulmanes y judíos.

Mis padres fueron a un campamento que el Padre Bruno organizó cuando vivía en la colina en un viejo autobús. Les contó a mis padres de su idea, y pocos años más tarde ellos regresaron para vivir allí. Fueron una de las primeras familias del pueblo. Al principio no había nada allí. No había agua ni electricidad. Tampoco había caminos buenos. Sólo había caravanas. Ahora unas cincuenta familias viven en el pueblo. La mitad son árabes (musulmanes y cristianos), y la otra mitad son judíos.

Rami: También hay una escuela bilingüe que llega al sexto grado. En el séptimo grado tenemos que asistir a las escuelas locales que hay afuera del pueblo. Los árabes van a una escuela y los judíos a otra. Esto es difícil porque nos separan de nuestros amigos.

¿Los criaron en una religión en particular?

Ori: Mis padres son judíos. Celebramos las fiestas judías, pero no somos religiosos. Yo me considero parte del pueblo judío porque nací dentro del judaísmo.

Rami: Mi padre es musulmán y mi madre cristiana. De modo que celebramos ambas festividades, pero ninguno de mis padres es religioso. Yo no me considero de ninguna religión, pero creo en Dios. Creo que Dios creó todo y todo depende de Él. No pienso que Dios gobierna nuestra vida, sino que hay algo que nos muestra la manera en que tenemos que vivir.

Ori: Yo veo a Dios como alguien que puede ser el creador del universo, o quien dicta las leyes de la naturaleza, aunque realmente no estoy seguro.

“Un líder valiente no se esconde de nada, tampoco culpa a otros en situaciones difíciles. No puede ser vengativo ni guardar rencor.” — Ori

¿Cómo se lleva la gente en el pueblo?

Ori: Es realmente una comunidad pequeña, entonces cualquier fricción que haya entre la gente a veces se agranda mucho porque todos estamos en contacto cercano con los demás. Hay discusiones todo el tiempo. Pero siempre hay reuniones donde los miembros del pueblo hablan sobre lo que ocurre y vota. Todo se resuelve democráticamente.

Rami: Si los miembros no llegan a un acuerdo después de la discusión, alguien puede convocar a otra reunión.

¿Por qué crees que árabes y judíos viven juntos en paz en el pueblo, pero parecen estar en guerra en el resto del país?

Rami: Creo que es porque en el pueblo hablamos unos con los otros todo el tiempo. Hoy en día, en la mayor parte de Israel, los árabes y los judíos no se comunican, no hablan sobre el conflicto, ni siquiera sobre las cosas de todos los días. Cuando hablo en la calle con el almacenero que es judío, me dice que se lleva bien con los árabes porque compran en su negocio. El dueño del restaurante que es judío, tiene buenas relaciones con los árabes porque éstos van a su restaurante. Pero ellos, allá afuera, en realidad no conversan ni se escuchan entre sí.

¿Tienen esperanza de que pueda haber una coexistencia pacífica entre árabes y judíos? El Presidente Bush, al escuchar de los bombazos suicidas de un adolescente a principios de este año en Israel, dijo: “El futuro mismo está muriendo”.

Ori: Las noticias desde Israel parecen muy desalentadoras. El hecho de que los jóvenes palestinos estén dispuestos a suicidarse para matar gente israelí, demuestra el grado de desesperación que existe actualmente entre los palestinos. Deben sentir que no tienen nada que perder para querer suicidarse.

Rami: Lo que me mantiene optimista es que, en mi opinión, los árabes y los israelitas van a encontrar una solución, porque ambos pueblos van a vivir en esta tierra. Nadie se va a ir de aquí. De modo que van a tener que llegar a un acuerdo. Y para lograrlo necesitarán dos líderes muy valientes. Entonces habrá paz.

¿Cómo definirían a un líder valiente?

Rami: Alguien que esté dispuesto a hacer compromisos muy difíciles; que esté dispuesto a admitir sus errores; que no desilusione a la gente, ni les dé expectativas que no sean realistas. Un líder valiente es también bueno con su gente, no es egoísta. Piensa en lo que ellos necesitan.

Ori: Yo estoy de acuerdo con Rami. Un líder valiente es aquel que puede tomar decisiones difíciles, y ver hacia el futuro, no tan sólo el futuro cercano. Es alguien que piensa no sólo en su propio pueblo, sino en otros pueblos; que es honesto. Es alguien que no se esconde de nada, tampoco culpa a otros en situaciones difíciles. No puede ser vengativo ni guardar rencor.

Rami: Yitzhak Rabin [ex Primer Ministro de Israel] tenía las cualidades de un gran líder. Fue el primero en estar dispuesto a hablar con la Autoridad Palestina y conversar sobre el futuro con ellos.

Otro líder fue Gamal Abdel-Nasser [ex Presidente] de Egipto. El pueblo egipcio lo quería mucho. Él mejoró la vida de su pueblo trayendo orden al país y reduciendo la pobreza. Ellos pensaban que el único pensamiento que él tenía detrás de sus decisiones era el bien de su pueblo.

¿Cuáles son las barreras más grandes contra la paz en cualquier conflicto?

Ori: Cualquier conflicto se debe, por lo general, a que dos pueblos no se aceptan entre sí. Un pueblo siente que el otro no debería tener los mismos derechos que ellos. Y la educación puede cambiar eso. Eso es muy importante en cualquier conflicto. Y lo que es más importante en el conflicto árabe-israelí, la educación puede ayudar a los judíos y a los palestinos a que cada uno acepte el hecho de que tienen que compartir la tierra donde habitan. No hay otra forma de alcanzar la paz más que los palestinos y los israelitas coexistan. Y, por supuesto, hay otros temas que decidir, como son el territorio, el agua, los refugiados, que son cosas que se pueden resolver, pero son a la vez difíciles.

¿Cómo resuelves los conflictos?

Rami: En una ocasión yo tenía un problema con alguien en mi clase de la escuela que tenía puntos de vista políticos muy diferentes.

Discutíamos mucho. Estuvimos a punto de tener una pelea, pero entonces hablamos otra vez con mucha calma y resolvimos todo lo que teníamos entre manos. Nuestros puntos de vista no cambiaron, pero aprendimos a respetar el punto de vista del otro.

Ori: Casi no existe un lugar donde no haya conflictos. Y siempre es mejor entrar en el diálogo y conversar que recurrir a la violencia.

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