El orix es un animal salvaje que vive en los parques nacionales de África. Es una especie de antílope que tiene largos cuernos y hermosas marcas negras y blancas en la cabeza. Le encanta comer pasto y hojas. A los orixs les gusta pastar en grupos de unos diez o quince animales. Se mantienen juntos para cuidarse mutuamente y estar alerta por si se acerca algún animal grande, como sonlos leones, quienes se alimentan de ellos. Estos antílopes son muy veloces. Cuando un orix ve a un león, alerta a los otros para que todos puedan escapar. Los leones cazan animales como los orix porque se alimentan principalmente de carne.
Un día en Kenia, una leona estaba cazando en la selva y se encontró con un bebé orix. El pequeño orix estaba solo. Quizás algo había ahuyentado a su mamá o había sido atrapada por otro león.
Cuando la leona vio al bebé orix, no lo atacó. Por el contrario, se acostó junto a él. El pequeño orix se acurrucó a su lado. Y los dos se hicieron amigos. A partir de entonces anduvieron por todos lados juntos. Dondequiera que iba el bebé orix, iba la leona. Ésta ahuyentaba a otros animales salvajes que se acercaban y habrían podido lastimar al bebé. Cuando el pequeño orix se ponía a comer pasto, la leona se mantenía muy alerta. A veces salía a cazar, pero regresaba de inmediato para asegurarse de que el bebé estuviera bien. La leona cuidaba del bebé orix como hubiera cuidado de sus propios cachorros.
La gente que visitaba el parque se sorprendía muchísimo al ver que la leona y el orix estaban juntos. Un día fui a visitar el parque y yo también los vi. La actitud de la leona, que actuaba como si fuera la madre del pequeño orix, me hizo pensar en el amor de Dios por toda Su creación. Dios nos ama a cada uno como una madre. Y Dios, nuestra Madre, nos da sólo el bien.
“Morará el lobo con el cordero,
y el leopardo con el cabrito se acostará;
el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos,
y un niño los pastoreará”.
(Isaías 11:6)
