Chicago en un día despejado,
maestra de la Christian Science, puede llegar a ver bien lejos, en más de un sentido. A través de la claridad que obtiene del estudio diario y de la oración inspirada, ella contesta llamadas de personas que le solicitan ayuda de todas partes del mundo, de día y de noche, como lo ha hecho por más de 40 años.Después de anunciarse como practicista de la Christian Science en el Journal durante 15 años, Bea recibió en 1976 el diploma del Colegio Metafísico de Massachusetts que la habilitó para enseñar a otras personas a sanar. Durante la década de 1980, permaneció en Boston desempeñando numerosos cargos en La Iglesia Madre, entre otros, el de miembro de la Junta de Educación, miembro de la Administración Fideicomisaria de La Sociedad Editora de la Christian Science, integrante del Cuerpo de Conferenciantes y Redactora Asociada de las publicaciones religiosas de la Christian Science.
Aunque es una persona muy ocupada, se tomó unos momentos para hablar con
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