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LIBÉRESE DE LAS LIMITACIONES

Del número de mayo de 2005 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En Brasil, con una tasa de desempleo de casi el 12%, mucha gente se siente tensa y sin esperanza por su seguridad económica, especialmente las personas de mediana edad. Eso se debe a que los años parecen ser un factor limitativo para encontrar o mantener un trabajo.

A pesar de ser economista, a menudo estuve sin empleo por largos períodos, debido a la poca demanda del mercado y la inestabilidad económica. Cierta vez, durante casi seis años, me tuve que contentar solamente con trabajos temporales. Realizaba proyectos y estudios cortos, pero no tenía nada fijo. Eso no sólo afectó mi propia estima, sino también mis finanzas.

Una de las experiencias más difíciles ocurrió cuando nuestro país pasó por cambios políticos y una fuerte crisis financiera a fines de la década de 1980 y principios de los años 90. Yo había dejado mi empleo de economista para trabajar en una empresa de juegos educativos y libros infantiles establecida por mi esposa que es psicóloga.

Durante los primeros seis años el negocio fue próspero y tenía buenas perspectivas. Pero cuando llegó la recesión, perdimos más del 70% de nuestros clientes. En 1991 tuvimos que cerrar la empresa. Los años siguientes no fueron nada fáciles. Para pagar nuestras deudas gastamos las herencias que recibimos de nuestros padres, pedimos préstamos, vendimos las joyas y el auto. No obstante, fue durante aquella época que nos fortalecimos como familia.

Mi esposa, mis hijos y yo aprendimos a ver la vida con otros ojos. Durante esa época me levantaba temprano, estudiaba la Biblia y Ciencia y Salud, y así comenzaba el día con más esperanza y fortaleza. Y si bien los medios de comunicación hablaban mucho sobre el desempleo y la economía inestable, por medio de la oración y el estudio de la Christian Science percibí que cuanto menos me dejaba influenciar por las malas noticias, más reflejaba a Dios y lo que Él conoce, o sea, la actividad productiva que trae provisión y satisfacción.

En aquella época, también aprendí a usar buenos pensamientos — pensamientos de Dios — para luchar contra las limitaciones económicas que me eran impuestas. Al pensar de este modo, realizaba mis tareas diarias de manera más disciplinada. Mediante la oración mi familia y yo nos dimos cuenta de que lo que más se necesitaba era comprender mejor a Dios y Su amor infinito. Recuerdo varios ejemplos de cómo nuestras necesidades fueron respondidas, de manera inesperada, después de orar: Dos parientes pagaban las mensualidades del colegio de nuestros hijos, una tía les pagaba el curso de inglés, mi hermana y otros parientes nos hacían las compras en el supermercado y recibíamos ayuda financiera de esos u otros parientes.

El amor a Dios y a nuestro prójimo fue aumentando de tal manera que nos sentimos amparados, amados y con esperanza de un futuro mejor. Tanto mi esposa como yo estudiábamos la Biblia y Ciencia y Salud con disciplina y profundamente, lo cual nos ayudó a pensar más detenidamente y a encontrar soluciones. Ella consiguió un buen trabajo y yo regresé a la universidad para hacer una maestría en ingeniería de producción. Luego conseguí un empleo y poco a poco nuestra situación financiera se estabilizó nuevamente.

Durante la época en que estuve desempleado, cuanta más conciencia tomaba de que estaba constantemente expresando cualidades divinas, más acertadas eran mis decisiones, y encontraba más fácilmente una actividad que ofrecía un sueldo adecuado.

Ore mucho encontrando inspiración en estos pasajes del libro Ciencia y Salud: "Enteramente separada de la creencia y del sueño de la existencia material, está la Vida divina, que revela la comprensión espiritual y la consciencia del señorío que el hombre tiene sobre toda la tierra"; Ciencia y Salud, pág. 14. y "La realidad espiritual es la verdad científica en todas las cosas". ibíd., pág. 207. Me esforzaba por comprender bien esas ideas, pues me traían consuelo y esperanza donde quiera que estuviera. Un practicista de la Christian Science, de forma amorosa y dedicada, también me ayudó con la oración.

Más recientemente, decidí realizar una nueva actividad, y me resultó muy útil reconocer que una expresión del Amor divino no está limitada por momentos o épocas. Durante esa búsqueda de empleo, me reencontré con amigos que estaban muy agradecidos por algo que yo había hecho por ellos hacía más de veinte años. Como pura expresión de gratitud, me ayudaron a obtener un nuevo trabajo en Brasilia. Fui contratado para prestar servicios para un nuevo organismo gubernamental que necesitaba de todas las calificaciones profesionales que tengo.

Yo estaba viviendo en Río de Janeiro y me mudé, al principio solo, a Brasilia. Quince días después de la mudanza, comencé a dar clases de noche en la universidad. Estaba muy ocupado, lo que me hizo sentir bien y me ayudó con la situación financiera. No tenía tiempo de sentirme solo. Un año después, mi esposa se pudo mudar también.

Mucha gente comentaba acerca de la tranquilidad que reinaba en mi oficina.

Durante los tres años que hace que estoy en Brasilia, he tratado de mantener un alto nivel en mi trabajo, ser útil para el sector y contribuir con algo que beneficie a la sociedad. Hoy, expresar a Dios constituye mi principal fuente de trabajo y provisión, dondequiera que esté.

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