Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

SU VOLUNTAD ES SIEMPRE BUENA

Del número de mayo de 2005 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Trabajé durante muchos años para una dependencia del gobierno. Como supervisora siempre me había gustado ofrecer a mis empleados un ambiente de trabajo armonioso. Años después, cuando empecé a estudiar la Christian Science, me di cuenta de que la literatura que ella ofrecía sería una ayuda invalorable para lograr mi objetivo. Entonces comencé a llevar algún Heraldo o el libro Ciencia y Salud para leer en mis ratos libres, o compartirlo con quien estuviera interesado. Esta decisión, sumada a mi oración diaria, demostró ser acertada, pues mucha gente que visitaba nuestra oficina comentaba sobre la tranquilidad que allí reinaba.

A lo largo de los años he visto innumerables pruebas de la influencia benéfica que tiene la fe inamovible en Dios. Pero hay una que se destaca por su aparente imposibilidad. Una señora que hacía muchos años que trabajaba conmigo, en un momento dado tuvo un problema muy serio de vivienda. Le habían dado el desalojo, y tenía que mudarse. Ella quería comprar algo, así que se inscribió en una cooperativa y empezó a pagar, mientras construían el edificio.

Poco después, la necesidad de mudarse se volvió más perentoria, y al mismo tiempo su mamá, que se había casado en segundas nupcias, quedó viuda y bastante enferma por la conmoción que le causó la súbita muerte de su marido. Ante esto y por razones económicas, la hija tuvo que llevarla a vivir con ella. Entonces se dio cuenta de que el departamento que estaba tratando de comprar le resultaría chico, porque ahora necesitaba un dormitorio más, y no podía esperar a que terminaran ese edificio.

Me pidió que le diera algo de literatura de la Christian Science y la apoyara con mi oración. Entonces le sugerí que leyera el Padre Nuestro con la interpretación espiritual de Mary Baker Eddy que se encuentra en Ciencia y Salud, y que en parte dice: "Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. /Capacítanos para saber que — como en el cielo, así también en la tierra — Dios es omnipotente, supremo./ El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. /Danos gracias para hoy; alimenta los afectos hambrientos". Ciencia y Salud, pág. 17.

A esta señora le gustaron mucho estas lecturas y se aferró de todo corazón a ellas.

Un viernes me entrega una hojita y me dice: "Voy a poner este aviso en el diario". Éste decía: "Permuto apartamento en construcción de dos dormitorios, en el centro, por apartamento terminado de tres dormitorios, listo para ocupar". Entonces yo lo leo y le digo: "Bueno, ¿pero qué piensas dar a cambio? Porque estás ofreciendo un apartamento en construcción por otro más grande y ya terminado. Algo te van a pedir". Ella me contestó: "Ah, no, yo no tengo nada para dar, yo lo preciso así". Me lo dijo con tanta convicción que lo único que atiné a responder fue: "Continúa orando que Dios conoce las necesidades de Sus hijos".

Ese fin de semana, recibió una sola llamada, y era de una señora que tenía un apartamento terminado de tres dormitorios también en el centro, en una mejor posición que el edificio que ella estaba ofreciendo, pero que prefería un apartamento más chico que estuviera en construcción para mudarse más tarde. El apartamento incluso tenía mejoras que la señora había hecho.

La situación era tan increíble que los escribanos que intervinieron en el trato, pensaban que había una trampa y estuvieron investigando. Pero no encontraron absolutamente nada oculto. No hubo un pago extra por fuera, y todo se hizo de muy buena fe.

Siempre que oro trato de determinar quién soy. Leo la definición de hombre en Ciencia y Salud, ibíd., pág. 475. y luego reflexiono sobre la declaración científica del ser. ibíd., pág. 468. La misma dice así: "No hay vida, verdad, inteligencia, ni sustancia en la materia. Todo es Mente infinita y su manifestación infinita, porque Dios es Todo-en-todo. El Espíritu es verdad inmortal; la materia, es error mortal. El Espíritu es lo real y eterno. La materia es lo irreal y temporal. El Espíritu es Dios, y el hombre es Su imagen y semejanza. Por lo tanto, el hombre no es material, él es espiritual".

Estas verdades me han ayudado mucho. En una ocasión, me vino un estado gripal con una tos terrible que no me dejaba ni de día ni de noche, tenía mucha fiebre y me dolía todo el cuerpo. Me sentía tan mal que tuve que pedir licencia por enfermedad en el trabajo. Yo tenía junto a mi cama un revistero con una variada literatura de la Christian Science y un cuaderno de notas. Entonces comencé a leer y a repasar también mis notas. Continué leyendo hasta que oscureció, y cuando me levanté para cerrar la ventana, noté que habían desaparecido todos los síntomas de la gripe. Es bueno señalar que, si bien en el momento no me di cuenta, durante todo el tiempo que estuve leyendo no tuve ningún acceso de tos.

Lo formidable de esta curación es que yo no me puse a leer para sanar. Simplemente pensé que era una buena oportunidad para entender un poco más mi identidad espiritual... y sané.

En otra ocasión tuve una experiencia con mi hermano que realmente me enseñó la importancia de ser humilde y permitir que se haga la voluntad de Dios.

Él no iba a hablar, pelear ni discutir con nadie; él se iba de vacaciones...

Ocurrió que durante el Proceso, que fue una época de dictadura y de guerrilla urbana en mi país, mi hermano entró a trabajar en un Ministerio del gobierno, donde estuvo muchos años como taquígrafo profesional parlamentario. Él era un hombre muy culto, y ahí aprendió muchísimo de administración y llegó a dominar el manejo de ese ministerio que es muy complejo.

Cuando terminó la dictadura y llegó la democracia, hubo elecciones y ganó el partido en el cual mi hermano siempre militó. Entonces yo pensé que él merecía quedarse en ese lugar y tener un cargo destacado en la nueva administración. Así se lo dije y se lo planteé. Incluso le comenté que tenía que hablar con determinadas personas para que lo ayudaran. Mi hermano me escuchó, pero no me respondió nada. A los dos días pasó mi casa y me comentó que había llegado a la conclusión de que él no iba a hablar con nadie, no iba a pelear, ni discutir si merecía o no estar en algún lugar, y que se iba de vacaciones...

Por un momento me quedé mal, pero me puse a reflexionar y pensé que Dios siempre sabe lo que hace y me acordé de lo que dice la Biblia en Lucas 22:42: "No se haga mi voluntad, sino la tuya", y lo dejé así.

A los pocos días lo llamaron para ser entrevistado por el jerarca designado y lo nombraron Director General de ese Ministerio, donde tuvo una labor muy destacada. Y eso lo logró sin ningún tipo de influencia ni conversación.

La Biblia instruye que hay que "humillarse ante [nuestro] Dios". Miqueas 6:8. Y ese ceder y dejar de lado nuestra propia idea de lo que es mejor, y con toda humildad procurar la voluntad del Padre, es lo que trae a nuestra vida infinitas bendiciones. Así comprobamos una vez más que ésa es la mejor voluntad que pueda haber, pues es siempre buena.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / mayo de 2005

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.