Un equipo investigador del Memorial Sloam Kettering Cancer Center de Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica, ha comprobado que la calidad de vida de los pacientes mejora notablemente cuando sus necesidades espirituales son satisfechas y logran un estado de armonía y paz interiores independiente de la fe que profesan.
Hoy en día se considera que una vida espiritual rica tiene la misma, o incluso mayor, influencia en la salud que el mantenerse activo físicamente. De manera que el bienestar físico de las personas, concluyen los investigadores, depende en gran medida, de su estado de paz espiritual y, en muchos casos, ese estado se logra a través de la oración.
Fuente consultada: Elmundo.es. 12 de mayo de 2003, o como figura en los artículos con link al medio.
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