>> >>>> Una Sala de Lectura activa
Las iglesias filiales de Cristo, Científico, de Washington DC, Estados Unidos, formaron un subcomité de El Heraldo, compuesto de estudiantes de la Ciencia Cristiana, con el propósito de llegar a la comunidad de habla hispana.
Con este fin, la Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana de Gaithersburg, de vez en cuando organiza reuniones donde pasan grabaciones de programas de El Heraldo, y dan a conocer y distribuyen la revista. Los que organizan este evento por lo general hacen mucha publicidad: preparan volantes, colocan grandes carteles en la vidriera de la Sala de Lectura, invitan amigos y muchas cosas más. También avisan que van a servir refrigerios, sabiendo que esto alentará a los nuevos visitantes a quedarse después de la reunión y a hacer preguntas.
En marzo hicieron una de esas reuniones y transmitieron el programa titulado "Empleo continuo". Por lo general, asiste mucha gente nueva, y esta ocasión no fue la excepción. Concurrieron seis personas nuevas, incluso niños, quienes vieron el programa y luego se quedaron dos horas haciendo preguntas y escuchando las curaciones que relataron los organizadores.
Una señora de México había conocido la Ciencia Cristiana hacía un mes. Resultó que estaba en la parada del ómnibus frente a la Sala de Lectura y decidió entrar. La bibliotecaria hablaba español, así que tuvieron una conversación muy interesante. La señora se enteró de que había iglesias y servicios religiosos los domingos y miércoles y decidió asistir a una reunión de testimonios. Desde entonces ha asistido a los servicios tanto en Gaithersburg como en Primera Iglesia Washington, DC. Además, está leyendo Ciencia y Salud y le ha pedido ayuda a una practicista de la Ciencia Cristiana para resolver algunos de sus problemas.
También concurrió a la reunión un señor de Centroamérica por primera vez. Tuvo que viajar desde muy lejos para llegar. Le encantó el programa e hizo muchísimas preguntas. Después compró un ejemplar de Ciencia y Salud y pidió que le avisaran cuando hubiera otra reunión. Además se le entregó una lista de las iglesias filiales en Maryland y DC, así como una lista de los practicistas locales.
Finalmente, otra señora de Centroamérica vino con sus tres hijos. Ella conoció la Ciencia Cristiana hace unos meses, y ha asistido a los servicios religiosos en inglés y en español. Sus hijos asisten a la Escuela Dominical y les encanta. Esta señora ha estado orando con un practicista y ha tenido varias curaciones. Ella fue de gran ayuda en la reunión porque pudo responder preguntas sobre la Ciencia Cristiana que tenía la gente desde una perspectiva totalmente nueva, así como relatar algunas de sus recientes curaciones.
Fuente consultada: e-mail de Christian Science Media Committee of the Greater Washington DC area, El Heraldo Subcommittee || intfriend@aol.com - March 26, 2009
>> >>>> Las acciones expresan más gratitud que las palabras
Lo invitamos a que visite nuestro sitio Web www.elheraldocc.com y lea el artículo "Los honorarios del practicista y el designio del Amor" de Gail Menschel, Supervisora de los Anuncios de Practicistas. Éste dice en parte: "Las sugestiones que impiden a la gente reconocer el valor del tratamiento en la Ciencia Cristiana, pueden ser muy sutiles. Por ejemplo, el practicista que está dando el tratamiento puede sentirse renuente a cobrar por su trabajo, o el paciente tal vez se sienta indiferente de pagar por la ayuda que recibe".
Más adelante agrega: "No importa la parte del mundo en que vivamos, lo que más se necesita para contrarrestar estas sugestiones, es valorar en silencio y conscientemente la Ciencia Cristiana en nuestras oraciones diarias. Dicha oración actúa como una levadura, elevando constantemente el pensamiento de la humanidad para que pueda percibir el valor y la eficacia de este sistema de curación divinamente inspirado".
Mary Baker Eddy afirma en Ciencia y Salud: "La gratitud es mucho más que una mera expresión verbal de agradecimiento. Las acciones expresan más gratitud que las palabras" (pág. 3).
