Soy bailarina y actriz. Cuando un dolor en la cadera y una pierna comenzó a imposibilitarme toda movilidad, me sentí desesperada. Sobre todo porque soy una persona muy activa y tenía pendiente una presentación de teatro.
Para tranquilidad de mi familia y calmar el dolor fui a un hospital a ver a un médico. Allí me diagnosticaron que tenía dos hernias discales y que sería necesaria una operación. Luego, durante un mes, me dieron un tratamiento a base de gas ozono para calmar momentáneamente el dolor, pero ningún otro tipo de medicación.
Soy estudiante de la Ciencia Cristiana desde hace más de diez años, y leo la Biblia y los escritos de Mary Baker Eddy con mucha dedicación porque me han dado una claridad de pensamiento muy grande con respecto a Dios y la relación tan estrecha que Él tiene con el hombre. Este conocimiento me ha ayudado tanto en mi trabajo como en mi hogar. De modo que, ni siquiera pensé en la posibilidad de operarme, en cambio, recordé la promesa de Jesús: "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:32). Me di cuenta de que conocer esa verdad significaba conocer la naturaleza de Dios como Espíritu y la mía como Su idea espiritual; esto me llevaría a ver que todo síntoma de parálisis no tiene sostén en la realidad de la creación de Dios.
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