Es el crecimiento espiritual lo que hace que alcancemos la longevidad y mantengamos vigor y fortaleza
¿Hemos de dejar que el paso del tiempo nos dicte cómo hemos de sentirnos? El decaimiento, el aburrimiento, la soledad y la monotonía se presentan a veces como un peso inevitable en la vida. Incluso, a menudo se escucha a alguien decir que no quiere ser una molestia para su familia. ¿Qué puede hacernos sentir útiles y activos aun cuando ya estemos jubilados?
El Apóstol Pablo debe de haber enfrentado el desafío de la edad, aunque encontró una respuesta en el entendimiento de su naturaleza espiritual, creada y sostenida por el Creador, Dios. En la Biblia, dice: "Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día". 2 Corintios 4:16. Esta renovación consiste en hacer resurgir nuestra fe, nuestra confianza en Dios; en saber que Él es nuestro Padre y que, por tanto, siempre vamos a estar protegidos, amados y cuidados. Dios nunca se opone a que nos sintamos útiles, llenos de dinamismo y de vigor.
Las secuoyas que hay en California, Estados Unidos, son unas coníferas enormes de hojas perennes que llegan a medir más de 150 metros de altura, y su tronco puede medir hasta 12 metros de diámetro. Se sabe que algunas han llegado a vivir hasta 4000 años. La particularidad de estos árboles es que se mantienen siempre verdes, vigorosos, fuertes, y al investigar la razón por la que viven tanto tiempo y en tan buenas condiciones, se ha descubierto que es porque nunca dejan de crecer.
¿No será que, en cuanto a lo que a nosotros se refiere, es el crecimiento espiritual lo que hace que alcancemos la longevidad y mantengamos vigor y fortaleza?
El estudio de la Ciencia Cristiana nos ayuda a comprender que las creencias de deterioro y vejez son totalmente falsas. Si partimos de la base de que existe un solo Dios, un solo Creador, que ha hecho al hombre a Su imagen y semejanza, llegamos a ver que ese hombre espiritual no incluye ningún elemento que pueda limitarlo o esclavizarlo, ya sea desde el punto de vista físico o mental, puesto que es libre y completo, y es capaz de demostrarlo.
Mary Baker Eddy escribe: "El hombre, gobernado por la Mente inmortal, es siempre bello y sublime. Cada año que viene desarrolla más sabiduría, belleza y santidad". Ciencia y Salud, pág. 246.
Tengo una amiga que quedó viuda a edad ya avanzada. Durante toda su vida había desarrollado la habilidad de pintar con espátula hermosos cuadros al óleo. Cuando quedó sola, en lugar de sentirse frustrada y sin esperanza para continuar viviendo, se puso a orar para saber qué hacer, y le vino la idea de ampliar su capacidad de pintar. Así lo hizo, ya que ella no quería ser una carga para su familia y deseaba demostrar que podía mantenerse independiente y sólida frente a todos los demás. Muy pronto se le presentó la oportunidad de exponer sus cuadros en diferentes galerías, logró vender sus obras y contar con una entrada económica.
Ésta es sólo una prueba de que una comprensión más profunda del amor de Dios, la Mente infinita, y de nosotros mismos como Sus ideas hábiles e inteligentes, nos puede ayudar a encontrar tareas satisfactorias y rentables a cualquier edad, porque en realidad estamos siempre capacitados para hacer algo con idoneidad.
La vida puede llegar a ser para todos una hermosa aventura en la cual dejamos que Dios, la Vida, se ponga en acción en todo lo que hacemos, impartiendo libertad, salud y fortaleza espiritual. En la medida en que reconocemos esto, nuestras facultades demuestran ser mucho más exactas y saludables, a cualquier edad.