Es el crecimiento espiritual lo que hace que alcancemos la longevidad y mantengamos vigor y fortaleza
¿Hemos de dejar que el paso del tiempo nos dicte cómo hemos de sentirnos? El decaimiento, el aburrimiento, la soledad y la monotonía se presentan a veces como un peso inevitable en la vida. Incluso, a menudo se escucha a alguien decir que no quiere ser una molestia para su familia. ¿Qué puede hacernos sentir útiles y activos aun cuando ya estemos jubilados?
El Apóstol Pablo debe de haber enfrentado el desafío de la edad, aunque encontró una respuesta en el entendimiento de su naturaleza espiritual, creada y sostenida por el Creador, Dios. En la Biblia, dice: "Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día". 2 Corintios 4:16. Esta renovación consiste en hacer resurgir nuestra fe, nuestra confianza en Dios; en saber que Él es nuestro Padre y que, por tanto, siempre vamos a estar protegidos, amados y cuidados. Dios nunca se opone a que nos sintamos útiles, llenos de dinamismo y de vigor.
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