¡Era el día antes de que comenzaran las vacaciones de Navidad! ¡Yo estaba tan contenta! Después de la prueba de ortografía, nuestra clase iba a tener una fiesta para celebrar con un montón de cosa ricas, actividades divertidas y las mamás vendrían a ayudar. ¡Luego durante dos semanas no tendríamos que ir a la escuela! Este tenía que ser uno de mis días favoritos del año.
Pero entonces nuestra maestra nos pidió que sacáramos nuestros cuadernos y escribiéramos sobre lo que íbamos a dar para Navidad. ¿Qué? ¿Qué íbamos a dar? Todas mis amigas estaban hablando de lo que iban a recibir. Pero cuando pensé en eso, me di cuenta de que la Navidad consiste totalmente en dar, porque la Navidad se trata de Dios y Su amor. Y el Amor divino siempre da.
Aunque había cosas que yo quería recibir aquel año, me di cuenta de que Dios ya me había dado a mí, y a todos, el mejor regalo posible: Su hijo, Cristo Jesús. Jesús vino a enseñarnos que Dios es el Amor divino, y que Dios nos ayuda y bendice a todos. ¡Qué regalo más hermoso!
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