Una curación en la Ciencia Cristiana ya sea “grande” o “pequeña”, es prueba de que cualquier persona puede experimentar el amor infinito y el poder sanador de Dios. Ilustra que la curación física, al igual que la transformación del pensamiento y el carácter, son posibles, y ¡esta es una buena noticia para toda la humanidad!
Una curación publicada en un testimonio o artículo en alguna de las cuatro publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana puede inspirar al lector que busca curación. O puede ofrecer a alguien la primera vislumbre del hecho de que hay una manera sanadora de verse el uno al otro. Cada curación compartida ayuda a elevar el pensamiento de la humanidad y a vencer los desafíos.
Compartir una curación en las publicaciones periódicas significa que nos regocijamos por la supremacía y el cuidado del Amor divino, y al glorificar y agradecer a Dios. Un relato de curación que ha sido “adecuadamente” redactado (Mary Baker Eddy, Manual de la Iglesia Madre, pág. 44), verificado y publicado se suma al registro constante y permanente que demuestra que la Ciencia Cristiana es una Ciencia probada y sanadora, cuyas buenas obras son posibles y se producen hoy en día. Y los redactores están aquí para ayudarlo a compartir con otros su curación en su forma tan propia y única de expresarse, en un contexto que los lectores de diferentes estilos de vida pueden relacionarse, y de una manera que es accesible e inspiradora para todos.
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