Antes de empezar el bachillerato todo me resultaba muy fácil. Yo creía que era inteligente. Creía que podía enfrentar todo lo que se me presentara.
Fue entonces que empecé el noveno grado.
Mis clases no eran de ninguna manera tan fáciles como en los años anteriores. Luchaba para poder entender todo el material y hacer la enorme cantidad de tarea que nos daban.
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