Como parte del equipo de redacción del Christian Science Journal y Christian Science Sentinel tengo regularmente el privilegio de leer los escritos que envían para estas revistas autores de todas partes del mundo que han sanado por medio de la oración, con frecuencia, de condiciones consideradas incurables o desahuciadas por los médicos. Nada es más inspirador para mí que leer acerca de cómo las personas han sentido la presencia de Dios, el Amor divino, a través de sus oraciones, y han sido elevadas, transformadas y sanadas espiritualmente, o sea, restauradas a su plenitud.
Estas experiencias de curación se han producido por medio del estudio que cada persona realiza de lo que se enseña en la Biblia y en el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy. Este estudio ayuda a las personas a sanar como Cristo Jesús lo hizo, y los testimonios en estas revistas muestran que este método de curación está al alcance de todo aquel que esté dispuesto a investigarlo.
La curación metafísica, o Ciencia Cristiana, es diferente a cualquier otro método de curación, porque se basa en la premisa de que la Mente, Dios, no la materia, controla y sana el cuerpo. Este es un método que nunca pierde la esperanza en la posibilidad de que se produzca una curación completa, ya que jamás pone en duda el poder absoluto de Dios para sanar. ¿Qué podría ser más inspirador que leer y aprender más acerca de esta curación, y descubrir que cualquiera puede ser sanado? Esta promesa, proclamada de manera modesta pero convincente en estas revistas, es un regalo para el mundo.
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