¿Has sentido alguna vez que hay declaraciones espirituales, especialmente las que conoces muy bien, que parecen ser meras palabras?
Yo sí, y en una ocasión esto fue realmente un obstáculo para mi capacidad de practicar y experimentar la curación en la Ciencia Cristiana. En mi caso, tuvo que ver con “la declaración científica del ser”, que se encuentra en la página 468 de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, y se lee al término de todos los servicios dominicales en las Iglesias de Cristo, Científico. La misma dice: “No hay vida, verdad, inteligencia ni sustancia en la materia. Todo es la Mente infinita y su manifestación infinita, pues Dios es Todo-en-todo. El Espíritu es la Verdad inmortal; la materia es el error mortal. El Espíritu es lo real y eterno; la materia es lo irreal y temporal. El Espíritu es Dios, y el hombre es Su imagen y semejanza. Por lo tanto, el hombre no es material; él es espiritual”.
Esta declaración es profunda no solo en lo que dice respecto a la naturaleza de la existencia verdadera, sino también en su capacidad para sanar cuando vislumbramos algo de esa realidad, la cual es el fundamento para la práctica de la Ciencia Cristiana. Pero llegó un momento en que yo conocía tan bien sus palabras que perdí de vista todo eso.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!