Hace varios meses, un viernes o sábado, comencé a experimentar un debilitante dolor e inmovilidad en un brazo. La incomodidad me mantuvo despierta por la noche. Fue un fin de semana difícil. A pesar de mis oraciones, el lunes por la noche estaba muy angustiada.
Más temprano ese día, le había mencionado el problema a un practicista de la Ciencia Cristiana que estaba orando por otro asunto que me concernía en ese momento. Dijo que ciertamente también incluiría esto en su tratamiento metafísico por mí.
Sin embargo, esa noche, todavía tuve problemas para dormir. Cuando comencé a orar de nuevo, lo que me vino al pensamiento fue una declaración de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy de la Lección Bíblica de esa semana: “Mantén las verdades de la Ciencia Cristiana: que el Espíritu es Dios, y por lo tanto no puede estar enfermo; que lo que se denomina materia no puede estar enferma; que toda causalidad es la Mente, obrando por medio de la ley espiritual. Luego mantén tu posición con la firme comprensión de la Verdad y el Amor, y triunfarás” (pág. 417).
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