El 3 de junio de 2017, Alex Honnold se transformó en el primer escalador en subir solo El Capitán, pared de rocas de 1000 metros de altura del Parque Nacional Yosemite; la escaló sin sogas, arneses o equipo de alpinismo. Terminó en cuatro horas. Algunos consideran que fue uno de los logros atléticos más importantes de nuestra era.
Realmente admiro a los escaladores de rocas. Su deporte demanda una tremenda disciplina mental y resistencia física, así como valor, equilibrio, agilidad, conocer bien el terreno, y a menudo, una confianza radical en las demostradas habilidades que uno tiene; todo esto capacitó a Honnold para “subir en línea vertical”.
He escuchado que esta frase se utiliza no solo en la escalada en roca, sino también en otros deportes. Significa triunfar sobre la gravedad, el temor, la duda de nuestras habilidades; lo que sea que impediría a una persona lograr alcanzar su meta. Podríamos decir que ocurre lo mismo con muchos empeños que valen la pena, atléticos y de otro tipo.
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