Al juzgar por los titulares, las amarguras, la rivalidad y el odio a menudo parecen prevalecer. Pero todos nosotros podemos ser testigos activos para reconocer, mantenernos firmes a favor y vivir la armonía y el amor unificadores e ilimitados de Dios.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!