Toc, toc, toc: Un pinzón se lanzaba, saltaba, buscaba comida y revoloteaba afuera de nuestra casa con tremenda energía. Este pequeño pájaro gris y blanco parecía tener gran determinación al picotear constantemente nuestras ventanas. Aparentemente, veía su reflejo como un competidor, una amenaza contra lo que él diligentemente cuidaba.
Podríamos decir que el ave tenía buenas intenciones, pero no estaba bien informada. No estaba protegiendo su territorio, sino actuando en contra de un competidor irreal. El reflejo en la ventana no era ninguna amenaza.
Las acciones del pinzón me alertaron a vigilar mis propias suposiciones acerca de lo que veo en el mundo. ¿Con cuánta frecuencia nuestras acciones están basadas en nuestras percepciones erróneas? ¿Cómo sabemos lo que es una ilusión y lo que es real?
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