Un viernes comencé a sentir dolor y problemas al orinar.
Ante esta situación, regresé a mi dormitorio y comencé a orar. Reflexioné sobre el Padre Nuestro, junto con su interpretación espiritual que se encuentra en Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras por Mary Baker Eddy (véanse págs. 16-17). También oré con “la declaración científica del ser” (véase Ciencia y Salud, pág. 468).
Estos pasajes me recordaron la pureza de mi verdadera identidad espiritual como hijo de Dios, creado a Su imagen y semejanza. Por ser ideas espirituales que emanan de la Mente divina, “[escondidas] con Cristo en Dios” (Colosenses 3:3), no estamos hechos de órganos materiales. Y estamos enteramente bajo la protección de la única Mente, Dios.
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