A través del estudio y la oración, esta autora comprendió que todos somos los hijos e hijas del mismo Padre-Madre Dios, y nuestra herencia divina es una provisión constante de ideas espirituales que satisfacen todas las necesidades humanas. Y esta comprensión abrió una oportunidad de empleo cuando ella más lo necesitaba, y así ha continuado desde entonces.
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