Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer
Original Web

Para jóvenes

¿Es esto real?

Del número de agosto de 2022 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 9 de mayo de 2022 como original para la Web.


Había algo en la foto de Ucrania en los comentarios de mis redes sociales que no parecía del todo correcto. Inspiraba sentimientos de valor e hizo que mi corazón se llenara de orgullo. Pero un pequeño signo de interrogación se cernía sobre mi cabeza; no estaba convencida de que fuera real.

Tras investigar por unos minutos (¡Gracias, búsqueda de imágenes invertidas!) fue obvio que mi intuición había sido correcta. La foto era legítima, pero la forma en que estaba rotulada era falsa. Era una foto del pasado que había sido marcada como si fuera del presente. Después de que la verdad fue expuesta, alguien escribió “Clásica desinformación”.  

No tienes que ser un pensador espiritual para estar alerta a la desinformación, sin embargo, esta breve experiencia destaca que la espiritualidad nos equipa de una manera poderosa para ser guerreros en pro de la verdad.

Espiritualidad puede parecer una palabra muy vaga, porque se usa de muchas maneras. Así que vamos a definirla. En este caso, espiritualidad se refiere a una percepción de las cosas que no se basa en los cinco sentidos, nuestras propias opiniones o perspectivas, o cualquier cosa que hayamos sido educados a creer. La espiritualidad se trata de nuestra fidelidad a lo divino, a Dios, que es Espíritu y Verdad. Consiste en dejar que nuestros pensamientos fluyan desde el Espíritu. Se trata de obtener nuestra información de la Verdad, más bien que de todas las otras fuentes de información que nos rodean.

Jesús es un gran ejemplo de la espiritualidad en acción. Estaba tan en sintonía con Dios, tan comprometido con la Verdad, tan seguro de que el bien es el único poder y realidad, que no podía ser engañado por nada que pareciera ser el opuesto de la verdad o la bondad. No se sentía desconcertado por las mentiras que la gente decía de él. Hasta podía percibir lo que la gente estaba pensando —especialmente cuando era inexacto— y luego denunciarlo y corregirlo. Era un verificador espiritual de los hechos, y cuando lo que la gente decía o hacía o cómo aparecían las cosas no cuadraba, era el primero en ver lo que era verdad, lo que lo ayudaba a revisar lo falso y sanarlo.

Es posible que no nos sintamos como Jesús al desplazarnos por TikTok e Instagram. Pero cada uno de nosotros puede ser una poderosa influencia para el bien al dejar que un sentido más espiritual de las cosas nos guíe. Esta intuición espiritual es una brújula interior que nos ayuda a diferenciar la verdad de la ficción. A veces puede venir como palabras o un pensamiento que nos dice que hagamos una pausa y miremos más de cerca. Otras, puede ser la sensación de que necesitamos detenernos y escuchar más profundamente la Verdad para saber qué es real. Cuanto más practiquemos identificar este empujoncito del sentido espiritual, más fácil nos será reconocerlo, y más nos encontraremos confiando en el sentido espiritual para que nos guíe correctamente.

Algo sanador sucede cuando lo hacemos. Primero, comenzamos a abordar la arremolinada mezcla de información y desinformación de las redes sociales con discernimiento divino. Y esto nos ayuda a ayudar a otros a separar lo que es verdad de lo que no lo es. También puede mantenernos tranquilos cuando enfrentamos videos o imágenes que tratarían de asustarnos. Antes de reaccionar o responder, podemos hacer una pausa, sentir dentro de nosotros mismos esa corriente del sentido espiritual que nos guía en la dirección correcta, y luego saber si lo que estamos viendo es información legítima o algo diseñado para manipular nuestras emociones. Incluso podemos permitir que esa corriente nos eleve a una percepción más espiritual de la realidad, de modo que incluso si lo que estamos viendo es preocupante, podemos sentirnos reconfortados por el Divino de que el bien sigue siendo real, sigue allí presente.

El discernimiento espiritual puede parecer como cierto tipo de poder especial que es difícil de esgrimir. Pero en realidad ya está dentro de cada uno de nosotros porque somos la Verdad expresada. Somos representantes de la Verdad. Saber esto nos ayuda a ver más allá de la desinformación y nos permite defender lo que es real y correcto, sí, incluso al desplazarnos por las redes sociales.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / agosto de 2022

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.