¿Cuál es mi verdadera relación con Dios? Esta es una pregunta crucial para responder si queremos comprender quiénes somos realmente. Cristo Jesús, el gran Maestro, responde a esa pregunta de una manera simple pero sorprendente. Siendo un modelo del enfoque que espera que tomen sus alumnos, declara: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30).
Jesús no está diciendo que él es Dios, ya que unos momentos después explica que él es el Hijo de Dios (véase Juan 10:36). Sin embargo, al decir “Yo y el Padre uno somos”, nos invita a profundizar más al responder a la pregunta inicial de este artículo, que es crucial para nuestra capacidad de sanar: “¿Cuál es mi verdadera relación con Dios?”
La Biblia nos da la respuesta de innumerables y eficaces maneras. El primer capítulo de la Biblia explica que todos estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, es decir, totalmente divinos (véase Génesis 1:26, 27). En la víspera de su crucifixión, Jesús ora por sus seguidores: “Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros” (Juan 17:21). Y San Pablo, en un debate teológico con algunos atenienses, describe nuestra relación con Dios de esta manera: “En Él vivimos, nos movemos y existimos” (Hechos 17:28, LBLA).
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