Originales Web
Apareció primero el 9 de septiembre de 2024 como original para la Web.
Me di cuenta de mi error al pensar en la Escuela Dominical como algo estático, sin posibilidades de crecimiento.
Apareció primero el 2 de septiembre de 2024 como original para la Web.
Original en español
Estaba muy feliz y agradecido, y le doy mucho crédito a la Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana. Fue el lugar donde encontré inspiración y curación.
Más tarde ese día, tuve la idea de que podría volver a tener dolor de estómago, pero recordé que solo debía escuchar a Dios y Sus buenos pensamientos.
Eliminar cualquier influencia que promueva la mortalidad en lugar de la Vida en nuestro pensamiento es un buen lugar donde comenzar.
Comencé a identificar las hermosas cualidades espirituales de Dios que constituyen lo que soy. Algunas de ellas son la alegría ilimitada, la compasión, la confianza y la inteligencia.
Qué reconfortante es saber que el mundo no puede darnos ni quitarnos estabilidad. Ahora tenemos esa estabilidad en la realidad espiritual de Dios, y podemos traer esa consciencia para calmar, elevar y redimir el mundo que nos rodea.
Al pensar en ello, creo que negarme a ceder al miedo fue el momento decisivo en la curación. Físicamente, no sentí ningún cambio inmediato, pero había tomado una decisión y sabía que no iba a ser disuadida de esta decisión basada en la espiritualidad.
Cada vez que pensaba en mi caballo, me aseguraba de pensar de la manera correcta. En lugar de preocuparme —de tener pensamientos de temor— pensaba en que él era la creación espiritual de Dios.
Esta “dirección bendita” está a la mano en este momento (y a cada momento) para guiar suavemente cada uno de nuestros pensamientos y acciones hacia la seguridad y la serenidad.
El Cristo siempre presente es nuestro abogado. Habla la Palabra de Dios, la Verdad, a cada corazón humano, y es lo suficientemente poderosa como para desinflar la contención, anular el mal y sanar la enfermedad.