Originales Web
La estaba pasando muy bien en la montaña, hasta que un montón de nieve en polvo atrapó uno de mis esquís, haciéndome girar fuera de control. Traté de reducir la velocidad, pero en lugar de eso, fui cada vez más rápido.
Original en francés
Confiar en Dios con comprensión nos permite tener dominio sobre cualquier cosa que parezca contraria a Su bondad.
No importaba cuán abrumadora pareciera mi tristeza, realmente no tenía ningún poder para impedirme experimentar el consuelo y la curación que provienen del Cristo.
Publicado originalmente en The Christian Science Monitor’s Christian Science Perspective column, April 29, 2024.
Cada día ofrece numerosas oportunidades para dar los pasos, ya sean pequeños o grandes, del lado de la humanidad; para mostrar mayor tolerancia, comprensión y amor en nuestras interacciones con los demás.
Original en español
Al desear sentir más profundamente el espíritu del Cristo, podríamos considerar qué dones valiosos damos al mundo. Los Reyes Magos dieron oro, incienso y mirra al Salvador: los tres considerados muy valiosos en aquel entonces.
En ese momento abracé la idea de que soy verdaderamente espiritual y que la perfección nunca flaquea.
Original en español
Los rayos del sol se filtraban a través del follaje, y parecía que las ardillas trepaban hacia la luz. Si me movía en cierta dirección, el sol resplandeciente iluminaba mi rostro. Era como si Dios mismo me estuviera hablando.
Fue reconfortante reconocer que, dado que solo hay una Mente divina, Dios, que gobierna todo, nadie puede ser inducido a albergar o actuar de acuerdo con pensamientos “impíos”, como la creencia en la falta de bien o el deseo de tomar lo que pertenece a otra persona.
Ahora podía sentir el Amor divino liberándome del temor y la presión mientras me esforzaba por caminar en la senda de Dios con mi corazón más suave y mi carácter subyugado.
Estaba tan absorta en recordar y escribir décadas de curaciones que revelaban mi verdadera naturaleza otorgada por Dios, que, para cuando dejé de trabajar por la noche, los preocupantes síntomas habían desaparecido por completo.