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Jeremías recurría solo a Dios, conocía Su naturaleza y confiaba en Su amor.

He estado asistiendo a una Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, así que sé que Dios, que es Amor, cuida de mí y nunca deja de hacerlo.

Momento a momento, elegimos nuestro campamento mental: el reino de Dios o la esclavitud del error mortal.

La comprensión de Dios transforma nuestra experiencia y nos ayuda a ver el bien espiritual que reina supremo.

Estaba muy agradecida por el trabajo eficaz y rápido del practicista. Y estaba muy agradecida por nuestra querida iglesia y por la compasión y el amor expresados.

Estaba muy feliz y agradecido, y le doy mucho crédito a la Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana. Fue el lugar donde encontré inspiración y curación.

Me di cuenta de mi error al pensar en la Escuela Dominical como algo estático, sin posibilidades de crecimiento.

Comprendí mejor que la Verdad, la Mente divina, que es infinitamente buena, tiene completo control sobre mi vida, incluidas mis actividades.

Sabía que Dios, la Mente divina, nos estaba gobernando a las dos y que la mujer era hija de Dios, y expresaba muchas cualidades maravillosas que constituían su ser espiritual.

Cuando el poder del Espíritu que todo lo abraza es reconocido en el corazón de incluso un solo miembro de la iglesia, la expresión externa siempre se manifiesta como crecimiento y actividad.