Al comprender la supremacía de Dios y nuestro derecho divino de vencer la enfermedad, incluida esta pandemia, podemos probar cuán auténtica y correcta es la armonía —ciertamente, su auténtica y omnipotente realidad— incluidas la salud y la santidad.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!