Mientras en todo el mundo muchos lloran la pérdida de los seres queridos durante la pandemia, muchos más anhelan consolar a sus semejantes y encontrar una manera de aliviar el dolor. ¿Dónde podemos buscar ayuda?
La investigación realizada por un creciente número de científicos ofrece una perspectiva respecto a algunas respuestas. En las últimas décadas, estos individuos han estado documentando un sentido más expansivo de la vida; que la vida continúa después de lo que parece ser la muerte física. El Dr. Pim van Lommel, un cardiólogo holandés, ha registrado una serie de experiencias relatadas por personas que habían sido declaradas muertas, sin ninguna actividad cerebral medible. Después de ser resucitadas, estas personas contaron acerca de la consciencia que continuó después de que todas las señales físicas de vida habían cesado (véase Pim van Lommel, M.D., Consciousness Beyond Life: The Science of the Near-Death Experience).
Esta investigación científica apoya un punto significativo sobre el que hizo énfasis la Descubridora de la Ciencia Cristiana, Mary Baker Eddy: que la vida es un hecho continuo y eterno para todos nosotros. Cuando comprendemos esto, no solo encontramos consuelo, sino que también podemos comenzar a experimentar un sentido de vida más pleno e ininterrumpido.
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