Ella había estado orando para quitar sus propios deseos del camino y hacer espacio para que Dios estuviera a cargo de la crianza y provisión amorosa de Sus hijos. Poco después se enteró de que estaba embarazada y experimentó un parto armonioso.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!