Cuando me enteré de la reciente recomendación del Director General de Salud Pública de los Estados Unidos sobre el estrés que enfrentan los padres, despertó mi interés (véase Ali Martin, “Parent stress is a national health issue: Asking for help is a strong first step,” September 5, 2024). Al principio estuve de acuerdo con la idea de que ser padre puede ser una amenaza para la salud mental y el bienestar. ¡Puede ser un trabajo duro e ingrato!
Y como “papá” de tres maravillosos niños pequeños a quienes amo mucho, siento que hay una gran brecha entre las experiencias de los padres y los compañeros que no tienen hijos. Nuestras vidas personales son tan diferentes que a menudo me siento incomprendido por personas que no son padres. Tal vez este tipo de proclamación podría ayudar a cerrar esa brecha y disminuir la presión externa que se ejerce sobre los padres.
Pero incluso si lo hiciera, ¿quiero realmente ponerme esa etiqueta: un padre que lucha con su salud mental y su bienestar?