En muchas partes del mundo, las relaciones entre países, sociedades y familias parecen caracterizarse por la división. Las teorías y opiniones polarizadoras intentan influir en nuestras percepciones y nuestras relaciones con los demás asumiendo que hay dos lados, y que debemos elegir uno. Estos puntos de vista materialistas no conducen a la paz social, la restauración de la comunidad o el progreso. En realidad, todos queremos vivir en paz y seguridad, porque todos deseamos el bien común.
¿Cómo podemos encontrar soluciones más eficaces a los problemas del mundo, soluciones que incluyan a todos? ¿Cómo podemos defendernos de estas influencias cautivadoras, divisivas? Dios es el Amor divino inmutable, la única Mente infinita que es la fuente de la verdadera sabiduría, de las soluciones inspiradas que bendicen a todos. La oración nos ayuda a descubrir un camino común de progreso espiritual, este camino se abre a medida que descubrimos más acerca del poder de Dios y cómo Él nos gobierna.
En la totalidad de Dios, no hay facciones, no hay polarización. Mary Baker Eddy, la Descubridora de la Ciencia Cristiana, explica en uno de sus escritos: “Recordemos que Dios —el bien— es omnipotente; en consecuencia, el mal es impotente. El bien no tiene sino un solo lado —no tiene un lado malo; la realidad no tiene sino un solo lado, y ese lado es el bueno” (La curación cristiana, pág. 10). Todos nosotros, como hijos de Dios, podemos estar indefectiblemente del lado de Dios, el bien.
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