
Relatos de curación
Este Testimonio Esta muy atrasado. Después de haber leído muchos testimonios durante los últimos veintidós años, lamento no haber escrito uno mucho antes.
Cuando Termino La Segunda Guerra Mundial, fui aceptado para ingresar a un nuevo programa de entrenamiento para oficiales en la Marina de los Estados Unidos y fui asignado a una importante universidad de la Costa Este. Yo estaba muy feliz, ya que siempre había estado interesado en el mar y de otra manera no hubiera tenido los medios necesarios para acceder a una educación universitaria.
En Los Salmos leemos: “Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios” (103:2). Los beneficios que he recibido durante estos últimos cuatro años han sido maravillosos, y con el corazón rebosante de gratitud doy este testimonio.
La Descripcion De cada una de las muchas dolencias físicas que he visto sanar a través de la Ciencia Cristiana, y la solución de otros problemas, llenaría un libro. Cuando tenía menos de trece años, la puerta de un autómovil se cerró en mi mano, magullando los dedos.
Con Mucha Gratitud comparto dos de las muchas curaciones que tuve por medio de la Ciencia Cristiana. Un día me resbalé en la orilla fangosa de un arroyo y me golpeé la columna vertebral contra una roca grande.
Desde Mi Niñez sufrí de una enfermedad muy debilitante, y de mucho miedo. Por medio del estudio y de la práctica de lo que enseña la Ciencia Cristiana, ahora disfruto de excelente salud, y en lugar de atemorizarme cuando se presentan problemas, tanto en mi propia vida como en el mundo que me rodea, he aprendido a sanarme y a sanar a otros, y a vivir en paz con los que me rodean.
Hace Algunos Años estaba trabajando en la educación pública para un grupo de organizaciones voluntarias. Un día me encontré confrontando un dilema moral: o continuaba trabajando apoyando decisiones que sentía que eran incorrectas, o mantenía mis profundas convicciones y renunciaba al trabajo.
Hasta Que Termine mis años de secundaria asistí a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, pero más tarde comencé a alejarme de lo que había aprendido allí y a dejarme llevar por las numerosas tendencias intelectuales de la época. Llegué a sentirme vacilante, confusa y rebelde en mis relaciones con mi familia y con la sociedad.
Este Es Un testimonio de gratitud por la manera en que Dios nos sostiene, dondequiera que estemos. La siguiente curación me dio una mejor comprensión de El.
Escribo Este Testimonio con profunda gratitud por las bendiciones que han transformado mi vida. Estas bendiciones fueron el resultado de utilizar las verdades que enseña la Ciencia Cristiana.