Hemos tenido una maravillosa demostración del poder de Dios en nuestro negocio. Parecía estar en bancarrota y sin perspectiva; muchas personas trataron de comprarlo por sumas insignificantes. Solicitamos ayuda a una practicista de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) y el resultado fue un éxito rotundo. El trabajo de la practicista y nuestras oraciones y estudio orientaron nuestro pensamiento hacia Dios.
El comercio crece y se desarrolla abundantemente. Hemos vencido condiciones fiscales adversas. La avenida en la que está ubicado nuestro negocio parece haber mejorado. La casa cuenta con un prestigio reconocido en toda la ciudad. Aprendimos a ver que el empleo es espiritual y nos sentimos agradecidos por brindar un servicio útil a la comunidad; por expresar limpieza, belleza y prontitud — cualidades correctas que alegran a la gente. Contamos con una numerosa clientela y podemos decir que todos son nuestros amigos. En lo personal, hemos pasado de la pobreza en que nos encontrábamos a la abundancia constante y a un reconocimiento de la provisión de Dios.
Ha sido una maravillosa oportunidad para compartir esta actividad con mis hijos y ver cómo ellos se han ubicado mediante una vislumbre de lo que es la vida que Dios dirige.
En este cambio de un fracaso inminente al éxito, no se utilizó ningún tipo de propaganda o recursos humanos. El negocio respondió a medida que nuestro concepto del bien se fue elevando en el poder del Espíritu, y esto lo reconocemos.
A Dios, nuestro Padre-Madre, que provee todas nuestras necesidades, a Cristo Jesús, el Mostrador del camino, y a Mary Baker Eddy, que ilustró su amor por la humanidad con obras, tenemos inmensa gratitud.
Montevideo, Uruguay