¡Cuán oscuro era para mí el siguiente pasaje antes de conocer la Ciencia Cristiana! “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).
Llegué a esta Ciencia cuando me encontraba en lo que parecía ser un estado de oscuridad y desesperación tanto en lo físico como en lo moral y espiritual. El libro Ciencia y Salud por nuestra amada Guía, la Sra. Eddy, fue verdaderamente un vaso de agua fría para mi corazón, que estaba sediento de algo más puro y más elevado que lo que conocía. Encontré la luz a la que se refería nuestro gran Maestro, Cristo Jesús.
Sané de muchos problemas con la sola lectura de Ciencia y Salud. Estas curaciones incluyen problemas del corazón que me tenían esclavizado desde hacía mucho tiempo; una condición mental (los médicos la habían declarado un caso siquiátrico); la deformidad de un dedo que había sido ocasionada por un golpe contra una puerta de hierro; una dislocación; y muchas otras curaciones más.
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