Relatos de curación
La Ciencia Cristiana ha sido una fuente de gran inspiración y alegría para mí desde que me apoyé en ella de todo corazón. Siento enorme gratitud hacia nuestro gran Maestro, Cristo Jesús, y hacia la Sra.
Hace algunos años, la Academia Naval de los Estados Unidos le ofreció a uno de nuestros hijos, que acababa de terminar sus estudios secundarios, la oportunidad de matricularse en dicha institución. El término medio de sus notas de la escuela superior hacían dudar de que podría pasar el examen de ingreso en la Escuela Naval sin tomar un curso preparatorio, de modo que elegimos una escuela preparatoria y dimos los pasos para matricularlo.
Cuando conocí la Ciencia Cristiana Christian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. tenía un problema.
En cierta ocasión, en una finca en África, me quedé sola una noche con dos niños pequeños que estaban a mi cuidado. Eran tiempos políticamente turbulentos.
Ofrezco el siguiente testimonio con profunda gratitud a Dios por la Sra. Eddy, autora del libro de texto, Ciencia y Salud.
Hace algunos años tuve la oportunidad de vivir en México. Fue una experiencia maravillosa y me encantó.
En la página 546 del libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud, la Sra. Eddy escribe: “La prueba de que el sistema expuesto en este libro es cristianamente científico estriba en el bien que este sistema está realizando, porque cura sobre la base de un Principio divino y demostrable que todos pueden entender”.
Una experiencia que tuve hace varios años me demostró que Dios es Todo. No con respecto a la salud, ni contra la creencia de pecado, sino con respecto a lo que Cristo Jesús venció al final.
Quiero agradecer con todo mi corazón a Dios, nuestro Padre, por una maravillosa experiencia que tuve con mi familia durante el verano de 1974. Fuimos en auto a Dinamarca para pasar una semana en tienda de campaña.
Ser receptivo a la verdad en la Ciencia Cristiana y aceptarla me aportó una curación instantánea, cambió mi modo de pensar y trajo muchas bendiciones a mi hogar. Hace más de veinte años, antes de interesarme en la Ciencia, sufría periódicamente de problemas en la espalda.