Los escritos de la Sra. Eddy son una constante fuente de fortaleza y una guía para mí. Han sido la base para la curación en muchas oportunidades.
Mis primeras curaciones en la Ciencia Cristiana fueron de dolores de cabeza, resfríos, catarros, afección a la bebida y a fumar. En este último caso, un día me di cuenta de que no había fumado un solo cigarrillo en todo el día y que el deseo de fumar había desaparecido. He perdido el temor de manejar un vehículo, al comprender que Dios es la única causa, que gobierna todo efecto, y esto nos protege de los accidentes; el amor al prójimo puede entenderse como la ley universal de la carretera, en constante operación. La Sra. Eddy dice en la página 113 de Ciencia y Salud: “La parte vital, el corazón y el alma de la Ciencia Cristiana, es el Amor”. Ha sido una alegría aprender que aun los himnos del Himnario de la Ciencia Cristiana son oraciones sanadoras.
Nuestros hijos por lo general han estado libres de accidentes y de las tal llamadas enfermedades de la infancia. Cuando alguna enfermedad apareció, fue leve, y era sanada cuando perdíamos el temor. En una ocasión en que nuestro hijito tenía fiebre y se sentía mal, la fiebre desapareció instantáneamente cuando recurrí a Dios, sabiendo que Él llenaba todo el espacio con Su perfección y que no había otra mente que expresara imperfección.
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