
Relatos de curación
Meses atrás, mientras ejecutaba ciertos ejercicios de gimnasia, me disloqué un pie. Sentí un dolor muy desagradable que me dificultaba caminar normalmente.
Cuando nací parecía estar en perfectas condiciones, pero a la edad de cuatro años caí enferma con lo que el médico de la familia diagnosticó como sarampión, congestión pulmonar y meningitis. Mi condición empeoró y hubo una consulta de médicos.
Hace varios años mi madre estuvo condenada a vivir en un estado casi de invalidez. Debido a un malestar orgánico tuvo dos operaciones quirúrgicas de importancia y le esperaba una tercera.
Un día, mientras dictaba una conferencia a la clase de una universidad, sentí una rigidez en mi cuello que empeoraba a medida que pasaba la hora de clase. No podía mantener mi cabeza derecha sino que la fui inclinando más y más hacia un lado.
Deseo relatar una curación que tuvo mi hijita al poco tiempo de iniciar mi estudio de la Ciencia Cristiana. A los tres días de nacida, fue diagnosticado que, además de una dislocación congénita de las caderas, había contraído meningitis espinal y una infección, llamada aftosa, en la boca y la garganta.
La experiencia que paso a relatar ha dejado en mí un hermoso progreso espiritual. Un día sentí grandes dolores y rigidez en la espalda y brazo derecho.
En el mes de julio de 1939, sufrí una fuerte insolación mientras jugaba al tenis. Todos los veranos se repetían los síntomas inherentes a esta condición, manifestándose la enfermedad por una fiebre muy alta que duraba todo el verano hasta que los frescos aires del otoño me traían alivio.
Mrs. Eddy nos dice en el libro de texto Ciencia y Salud, (pág.
Las palabras no pueden expresar mi gratitud por la Ciencia Cristiana. Como considero a Dios mi Médico, es a Él a quien recurro en todas mis dificultades.
La Ciencia Cristiana Christian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. es para mí el único camino verdadero y definitivamente insuperable para la reformación y salvación de una vida de crímenes.