
Relatos de curación
En este reino Dios, también conocido en la Ciencia Cristiana como Amor y Mente, está siempre presente y reina.
Me sentí confiada en el conocimiento de que la ley divina por la cual Jesús sanó es igualmente aplicable y eficaz hoy en día.
Me pareció inspiradora la definición de oídos en Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy: “No los órganos de los así llamados sentidos corporales, sino la comprensión espiritual”.
Mis oraciones trajeron claridad y paz, y pronto recibí una oferta de trabajo y di el salto a mi nueva carrera. La adaptación a mi nuevo puesto fue increíblemente fluida y me sentí segura durante toda la integración.
¡Qué reconfortante es despertar después de haber tenido un sueño aterrador del que estábamos tratando de salir! Y esto es lo que me sucedió: “desperté” a lo que era verdad sobre mí y experimenté la curación.
Dejé que cada palabra del mensaje del Cristo que estaba leyendo en Ciencia y Salud me purificara por completo como un caudaloso río de amor, barriendo todas las inseguridades y la vergüenza.
Continué orando, sabiendo que podía ver y experimentar solo la armonía de la creación de Dios.
Sabía que las verdades que estaba declarando acerca del Dios perfecto y del hombre perfecto me hacían libre.
Sentí que la única manera de salir de esta confusión era renovar mi compromiso con la religión que siempre había amado.
La curación se produjo suave pero firmemente, y mi alegría regresó a medida que mantuve con diligencia en mi pensamiento la verdad de mi perfección presente como reflejo de Dios en lugar de la imagen ilusoria de un cuerpo enfermo.