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Relatos de curación

Supera dolorosa condición en el codo

En algún momento del camino, dejé de enfocarme en el problema y de tratar de arreglar mi cuerpo y simplemente disfruté de lo que estaba aprendiendo acerca de Dios y mi identidad totalmente espiritual.

Sana de intenso dolor de espalda

Cuando colgué el teléfono con la practicista, recuerdo que estaba consciente del hecho de que Dios estaba allí conmigo y nunca me había dejado.

A salvo en una resaca

Entonces recordé una frase que a mis jóvenes estudiantes de la Escuela Dominical les gusta mucho: “No hay lugar donde Dios no esté”. Este es un hecho espiritual y, por lo tanto, tenía que ser cierto en mi situación actual.

Encuentra restauración y descanso en Dios

En un momento de desesperación, recuerdo que la practicista me habló con autoridad divina, diciendo que mi lugar estaba establecido en el reino de los cielos y que era cuidada, protegida y amada.

Curación de dolor de oído

A través de mi estudio de la Ciencia Cristiana, he llegado a comprender que podemos reconocer y estar de acuerdo con la realidad espiritual de la existencia eternamente armoniosa, aun cuando la imagen física en este momento sea de enfermedad.

Sana de parálisis repentina

Me dirigí a Dios en oración para comprender mi verdadera naturaleza como hijo de Dios: espiritual, permanente y pura siempre, incluso en ese momento.

No más ataques de pánico

Al llegar a la cima de una montaña, alcancé a ver un pico prominente con un hermoso lago debajo. Con lágrimas de gratitud corriendo por mis mejillas, di gracias a Dios por Su infinita belleza.

A salvo de las corrientes oceánicas

Respiré profundo. Mientras le indicaba al niño que se quedara conmigo, mentalmente afirmaba que todo es en realidad la manifestación de Dios. Fue entonces que, sin mayor esfuerzo, la corriente nos empujó hacia el otro lado de la playa.

Íntegra y libre

Saber que Dios es la única autoridad a la que necesito consultar sobre mi bienestar me mantiene en el camino correcto para comprender quién soy realmente como hija amada de Dios y que solo el cuidado amoroso de Dios tiene un efecto en mí.

Sentir el amor de Dios sana

Oré para comprender mejor y sentir más que Dios y Su amor son la única realidad. Razoné que Dios no crearía una enfermedad ni permitiría la existencia de nada que pudiera dañar a Sus hijos, y esto me ayudó a estar menos impresionado por los síntomas.

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.