Relatos de curación
Una Noche, hace unos años, llamé un taxi. El conductor manejaba tan peligrosamente, que empecé a orar.
En 1990 Comenzó la guerra en mi país, Ruanda. Dos semanas más tarde, me arrestaron y me llevaron a la Prisión Central en la capital.
Perdí mi trabajo después de veinte años de servicio. Es decir, la compañía para la que trabajaba redujo la cantidad de empleados y me echaron.
En 1985, muchos miembros de mi familia sufrían de tuberculosis, incluso mi padre y uno de mis hermanos. A fines de ese año, yo comencé a tener síntomas de la misma enfermedad.
Hace Unos Años fui asaltado. Estaba por bajar de mi auto en una zona no muy linda de Buenos Aires, cuando un señor armado se subió al coche y me puso una pistola en el abdomen.
Hace Dos Años aproximadamente, me encontraba visitando a mi mamá, y comencé a sentir picazón. Me rasqué un poco y comenzó a empeorar el picor.
Faltaban sólo dos días para que saliera de viaje al exterior a ver a mi hija, y tenía mucho por hacer, entre otras cosas, dejar el departamento preparado para alquilarlo por la temporada de verano. Así que, para terminar rápidamente con la limpieza del congelador, decidí utilizar una máquina de vapor.
Hace Años Trabajaba en la primera exportadora de productos siderúrgicos, una de las más grandes empresas del país. En aquel tiempo era muy joven y tenía un puesto importante, con casi 100 personas a mi cargo, una gran oficina, y secretaria.
Cuando tenía nueve años, una amiga de la escuela me invitó a ir con ella a la Escuela Dominical de la Christian Science. Desde entonces he estado interesada en esta Ciencia.
Desde Niña había soportado las llagas que me aparecían en los labios. A lo largo de los años llegué a la conclusión de que esto ocurría siempre que se me secaban los labios debido al viento o al sol.