Relatos de curación
Faltaban sólo dos días para que saliera de viaje al exterior a ver a mi hija, y tenía mucho por hacer, entre otras cosas, dejar el departamento preparado para alquilarlo por la temporada de verano. Así que, para terminar rápidamente con la limpieza del congelador, decidí utilizar una máquina de vapor.
Hace Años Trabajaba en la primera exportadora de productos siderúrgicos, una de las más grandes empresas del país. En aquel tiempo era muy joven y tenía un puesto importante, con casi 100 personas a mi cargo, una gran oficina, y secretaria.
Cuando tenía nueve años, una amiga de la escuela me invitó a ir con ella a la Escuela Dominical de la Christian Science. Desde entonces he estado interesada en esta Ciencia.
Desde Niña había soportado las llagas que me aparecían en los labios. A lo largo de los años llegué a la conclusión de que esto ocurría siempre que se me secaban los labios debido al viento o al sol.
En 1983, la Christian Science me encontró al borde de la desesperación y la ruina. Con una enfermedad que los médicos no podían diagnosticar.
Cuando Comencé mi carrera, me propuse ayudar a los demás. Opté por la rama de la medicina, porque sentía que de esta manera podía alcanzar este objetivo.
Dios me trajo la Ciencia del Cristo a través del contacto continuo con estudiantes de la Christian Science. Desde muy pequeña teníamos un vecino que era estudiante de esta Ciencia.
Alo Largo de los años he resuelto muchos problemas de salud aferrándome a la verdad de la presencia continua e infinita de Dios, y negando cualquier otro poder. Una de las curaciones fue de un continuo dolor en los hombros y espalda por lo que creía que iba a tener que operarme.
Cuando Mi Esposo estaba en la marina de los Estados Unidos en Japón, vivíamos en una casa japonesa, fuera de la base naval. En ese entonces mi hijo tenía cuatro años.
Cuando Era Joven, me salió un bulto en una de las axilas. Era tan pequeño que no me molestaba en absoluto.