Hace ocho años, comencé a despertar por las mañanas con la cara tremendamente hinchada. Tiempo después, en una visita al dentista, se descubrió que tenía quistes a ambos lados de la boca. EI odontólogo me dijo que tenían que ser extraídos quirúrgicamente de inmediato.
Mientras escuchaba el diagnóstico, supe que en realidad tenía dos opciones: recurrir a la operación quirúrgica u optar exclusivamente por medios espirituales para la curación. Hice lo segundo, pues yo ya había tenido muchas pruebas de que la oración tiene efectos sobre nuestro cuerpo y nuestra salud. Decidí llamar a un practicista de la Christian Science para que orara conmigo.
Oramos durante un tiempo, yo me dediqué a estudiar la Biblia y Ciencia y Salud. El primer capítulo trata sobre la oración y fue en el que más profundicé en esa etapa. Hay muchas frases del libro que me ayudaron, pero una se destaca particularmente. Dice así: “Lo que más necesitamos es la oración del deseo ferviente de crecer en gracia, oración que se expresa en paciencia, humildad, amor y buenas obras” (pág. 4).
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