
Relatos de curación
Una De Mis amigas, que es dentista, descubrió durante una visita que le hice a su consultorio, que mis muelas del juicio estaban creciendo torcidas. Me dijo que necesitaba cirugía para extraerlas, porque no solamente estaban estorbando a las otras muelas, sino que también empujaban a algunas de ellas hacia abajo.
Hace unos meses, estaba en la casa de mi hijo ayudando en la cocina, cuando abrí un cajón grande lleno de latas y otros víveres. Pero lo hice con tanta fuerza, que todo el cajón — que estaba muy pesado — se me cayó en el pie, que no tenía calzado.
Conocí la Christian Science cuando trabajaba como ama de llaves en la casa de una señora muy dulce. Ella tenía dos libros hermosos que leía todas las mañanas y que despertaban mucho mi curiosidad.
Hace ocho años me salió una verruga en la planta del pie izquierdo. Yo sabía, gracias a mi estudio de la Christian Science, que Dios me había creado perfecta, como Su imagen y semejanza, como Su idea espiritual.
Afines de los años ochenta, mi esposo tuvo una gran amistad con un colega que era Científico Cristiano. Y en aquel tiempo empezó a asistir a los servicios dominicales realizados por la Sociedad de la Christian Science en la ciudad en que vivimos, y mi hijo asistió a la Escuela Dominical.
Cuando Mi Esposo se fue de casa dejándome con 4 hijos, la menor de ellos de 6 meses y el mayor de aproximadamente 8 años, tuve que hacerme cargo de todos los gastos de alimentación, vestuario y educación. En vez de enfrentar el problema de una manera sabia, "ahogué", por así decirlo, todos los sentimientos de frustración, desengaño, amargura, dolor, soledad e impotencia, que parecían apoderarse de mí.
Hace Poco tuve un dolor de cabeza acompañado de mareos, que me hacía sentir muy mal y no me permitía trabajar normalmente. Comencé a orar para saber que esta condición no era parte de mi verdadero ser, ya que la expresión espiritual de Dios no puede ser discordante en ningún aspecto.
Conocí la Christian Science a través de El Heraldo de la Christian Science. La definición que la Sra.
Nací En Alemania y mis papás no tenían religión, pero yo estuve siempre buscando a Dios. Conocí la Christian Science cuando vine a México, recién casada, y una amiga me prestó el libro Ciencia y Salud.
Un día sentí un dolor terrible en la pierna izquierda y noté que su apariencia no era normal. De inmediato declaré que no hay dolor en la Verdad, por lo tanto, no podía haber verdad en el dolor, y por esa misma razón mi pierna no podía estar dolorida.