Relatos de curación
Cuando Era Niño me diagnosticaron asma, y sufrí de ataques que en algunas ocasiones eran muy graves. Recibí los tratamientos médicos más modernos que existían en esa época, entre ellos jarabes, píldoras e inhaladores.
Las Enseñanzas de Cristo Jesús y de Mary Baker Eddy me han ayudado mucho en mi vida. Me he sentido inspirado por las palabras del Maestro que leemos en el Evangelio según Mateo: "Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán" (6:34).
Hacía Más de 10 años que se me había empezado a desarrollar un bulto anormal en el lado izquierdo, a la altura de la cadera. Al principio, no le di ninguna importancia porque no me dolía ni me molestaba.
En El Terremoto de 1985, uno de los más fuertes que sacudió la ciudad de México, fallecieron mis padres y un hermano, esposa e hijos. Esto trajo desesperación y un sentido de soledad a mi vida.
Hace Muchos Años, asistía a un grupo religioso porque necesitaba, de alguna manera, calmar el miedo que siempre sentía, y que me hacía vivir sobresaltada y angustiada. Pero no encontré allí la paz interior que tanto ansiaba y dejé de asistir a sus reuniones.
En 1996, fui contratado como custodia de un edificio en el que funcionaba un jardín de infantes. Cuando el encargado de la escuela me mostró el lugar, señaló una pared lateral, donde había seis ventanales muy grandes.
Una De Mis amigas, que es dentista, descubrió durante una visita que le hice a su consultorio, que mis muelas del juicio estaban creciendo torcidas. Me dijo que necesitaba cirugía para extraerlas, porque no solamente estaban estorbando a las otras muelas, sino que también empujaban a algunas de ellas hacia abajo.
Hace unos meses, estaba en la casa de mi hijo ayudando en la cocina, cuando abrí un cajón grande lleno de latas y otros víveres. Pero lo hice con tanta fuerza, que todo el cajón — que estaba muy pesado — se me cayó en el pie, que no tenía calzado.
Conocí la Christian Science cuando trabajaba como ama de llaves en la casa de una señora muy dulce. Ella tenía dos libros hermosos que leía todas las mañanas y que despertaban mucho mi curiosidad.
Hace ocho años me salió una verruga en la planta del pie izquierdo. Yo sabía, gracias a mi estudio de la Christian Science, que Dios me había creado perfecta, como Su imagen y semejanza, como Su idea espiritual.