Editoriales
Para desarrollar la habilidad para curar por medio de la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) , es esencial comprender claramente puntos metafísicos importantes. Uno de esos puntos concierne a la pregunta: “¿Es el temor la causa de la enfermedad y el malestar?” Mary Baker Eddy dice muy claramente que sí.
Con frecuencia, la vida de la gente parece estar tejida por los telares del pasado. Parece que el lugar donde una persona ya ha estado en su experiencia humana, determina el curso que debe seguir para llegar al lugar a donde se dirige.
En la escena humana, los individuos y las naciones puede que compitan entre sí y se clasifiquen a sí mismos de acuerdo con la fuerza que, con frecuencia, está en desacuerdo con la paz. Pero, ¿dónde está realmente la fuerza? ¿En los músculos? ¿En la riqueza? ¿En los números? ¿En los armamentos? El libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud por la Sra.
La gente no siempre asocia la libertad con la afiliación a la iglesia. Algunos sienten todo lo contrario: que se restringe severamente la libertad de hacer lo que quieren cuando toman parte en las actividades de instituciones y organizaciones.
Todo aquel que haya estado luchando por largo tiempo con algunas desafiantes dificultades físicas o mentales, tal vez piense: “¡Si tan sólo pudiera ir hacia Cristo Jesús. El no pediría mucho de mí, y me sanaría inmediatamente!” Si se leen superficialmente los relatos bíblicos de las obras sanadoras de Jesús, pareciera que las personas que necesitaban curación no tenían mucho que hacer para obtener la ayuda de Jesús.
El deseo profundo de un discípulo cristiano es el de hacer la voluntad del Padre. Con una fidelidad inquebrantable y en obediencia a las enseñanzas de Cristo Jesús, el discípulo se esfuerza por avanzar con firmeza hacia la meta final que tiene el corazón de lograr una completa salvación.
Durante mi adolescencia comencé a interesarme en la fotografía, y un vecino mío se ofreció para ser mi mentor. Una tarde de verano, después de una tormenta, salí precipitadamente de mi casa para fotografiar un arco iris que se veía extraordinariamente brillante y en toda su extensión.
Hay un solo Principio divino, Dios, y hay una sola enseñanza divina de ese Principio. Mediante Su Cristo, la Verdad, Dios se ha revelado a Sí mismo, a Sus leyes que todo lo gobiernan y a Su creación perfecta, incluso el hombre espiritual.
La gente a través del mundo clama por paz. En naciones como Afganistán, El Salvador, o el Líbano, donde confrontaciones de fuerzas armadas dejan aflicción y desesperación; en ciudades, donde el aumento del crimen a menudo crea ansiedad; en barrios, donde prejuicios raciales o religiosos pueden causar inquietud y rencor; en hogares, donde conflictos personales atormentan a las familias: en todos estos lugares la gente está ansiosa por tener paz.
Jesús dijo a sus discípulos que ellos eran la luz del mundo. Ver Mateo 5:14.