¿Cuándo fue la última vez que pensó usted acerca de la adoración a Dios? (¿Tiene que pensarlo mucho?)
Probablemente, a muchos les costaría menos responder a una pregunta sobre la oración, sobre concurrir a la iglesia o creer en Dios.
Pero hay una diferencia importante entre creer en Dios y adorar a Dios. Tal vez podamos tener una idea de lo limitativo que es hablar a la ligera sobre creer en Dios, si consideramos lo que significaría decir que hemos “creído” en un amigo o amiga. En otras palabras, si simplemente expresáramos nuestra creencia de que él o ella existiera, perderíamos de vista por completo la esencia de nuestra vinculación con él o ella. Esto de ninguna manera sería adecuado para describir la riqueza y amplitud de lo que significa esa amistad.
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