Editoriales
Se siente un gozo muy especial al sanar a los demás mediante la Ciencia Cristiana. Y quienes han sentido el toque sanador del Cristo, la Verdad, en sus propias vidas, a menudo sienten un profundo deseo de obtener la habilidad para sanar a los demás.
¿Por qué la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) habla sobre la naturaleza de la materia cuando, como religión, el enfoque principal es en Dios, el Espíritu, y en el vivir cristianamente? Porque en el grado en que confiemos en la materia, en la vida material y en todas sus circunstancias, en ese grado limitaremos nuestro entendimiento de Dios. La Ciencia Cristiana enseña que realmente es posible descubrir que Dios es toda la Vida y la sustancia del hombre; que es posible obtener un mejor entendimiento acerca de que la materia no es mas que una imagen del pensamiento humano, y que es posible demostrarlo, por lo menos en parte, por medio de la curación cristiana.
La crítica puede traernos una maravillosa bendición: la oportunidad de crecimiento espiritual. No sólo es posible superar el resentimiento cuando sentimos que hemos sido reprendidos, sino que además podemos crecer en dignidad, aprecio de sí mismo y gracia espiritual.
Mantener nuestra calma en condiciones apremiantes parecería una severa disciplina si uno no supiera lo supremamente natural que es la calma. La Biblia nos da este conocimiento.
Algunas veces la curación física viene con bastante facilidad, mediante sencillos pensamientos o percepciones espirituales. Probablemente usted mismo haya tenido tales curaciones o haya leído sobre ellas.
En lo más profundo del corazón hay un anhelo por algo más substancial que el brillo y el encanto que el mundo ofrece. Probablemente muchos lo hayamos sentido en algún momento de nuestra vida, quizás hasta con frecuencia.
¡Cuán provechoso puede ser el ejemplo de la vida de Cristo Jesús al mostrarnos lo que la comprensión de la Verdad puede hacer por la humanidad! Más que una mera advertencia para que seamos buenos, puros, amables y útiles para con los demás, su vida demuestra profundas verdades metafísicas. Si aceptamos que estas verdades conciernen a todos sus seguidores, como también a él, se verá que nuestra habilidad para demostrar la Ciencia Cristiana Christian Science (crischan sáiens) fluye de Dios Mismo, el Espíritu.
La curación cristiana impone severas exigencias al sanador. ¡Espere! ¡No deje de leer! Lo interesante es que el aceptar estas exigencias no hace las cosas más difíciles.
La comprensión correcta de que la sustancia es Espíritu, y no materia, puede conducir a que se restaure en la vida humana todo lo que nos sea de veras necesario. Cristo Jesús y sus discípulos demostraron en forma cabal la premisa de que el Espíritu es la única sustancia, cuando restauraron la salud a los enfermos por medios espirituales solamente.
A veces la gente enfrenta en su vida períodos cuando las cosas parecen casi irremediables. El pesar, la depresión, las pérdidas personales, la separación de un ser querido, todo esto puede pretender establecerse en nuestro corazón como un invierno verdadero.