Me es grato ofrecer este testimonio para la gloria de Dios. De todo corazón le agradezco a El por haberme llevado a la Christian Science, pues por su medio me he sanado. Estoy especialmente agradecida por la comprensión espiritual que he adquirido de la verdad acerca de Dios y el hombre.
Hace como nueve años caí enferma, poniéndome muy delgada, débil y melancólica. Un hermano mío me llevó a un sanatorio en la provincia de Córdoba, y al principio recuperé un tanto, pero siempre seguí muy deprimida. Cierta mañana me dió un vértigo tan fuerto que caí al suelo. Una enfermera me llevó a la cama. Durante varios días sufrí unos dolores de estómago muy intensos, los que fueron seguidos de unas diarreas que me debilitaron tanto que mi único deseo era morir.
Cuando mi hermano y mi hijo me vinieron a visitar se dieron cuenta de mi estado y se decidieron llevarme para mi casa, pensando que sería mejor que me muriera allí. El estado melancólico persistió y muchas veces pensé en suicidarme.
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